Si hay una meta que Gastón Espinosa, mejor conocido como Lng/SHT, quiere cumplir es la de ser como Mon Laferte. El rapero que recién se presentó en El Plaza Condesa con localidades agotadas, dice que la chilena es un ejemplo de trabajo que quiere seguir para lograr un éxito mayor al que ahora vive.
“Yo quiero ser Mon Laferte del rap, es mi única meta actual. Porque se ha partido la madre, es súper trabajadora. Tal vez no esté familiarizado con su catálogo más allá de Tu falta de querer, pero es una morra que todos los que la conocen te van a decir que es súper trabajadora, que ahorita tiene el botín en las manos porque no ha parado un minuto”, explica Gastón en compañía de Cat Scratcho, su DJ.
Los primeros pasos para lograr este objetivo comenzaron en 2009, cuando lanzó su primer EP Hip Hop para punk rockers, así como Les juro que sí llego, su disco debut de 2015 que abrió la puerta para presentarse en Estados Unidos en el festival SXSW de Austin y que derivó en un Lunario del Auditorio Nacional en noviembre de 2017 que agotó localidades.
“La meta más grande que nos hemos propuesto es no seguir trends, ir creando nosotros nuestro propio camino. Y creo que nos ha salido muy bien hasta el momento. A veces abrazamos la idea de ‘hasta aquí llegamos’ y luego pasa otra cosa chida”, añade Cat Scratcho.
Lng/SHT admite que no ha sido para nada fácil llegar hasta donde ahora están: “Al chile, éramos los morros que escogían al último en el fucho, y eso se te queda para toda la vida. Y lo peor de todo es cuando tu mejor amigo es el capitán del equipo y te escoge de último. Y ahora yo soy el capitán de mi equipo”, bromea orgulloso. “Tal vez no seamos buenos atletas, pero ahora ya escogemos… y esos weyes quien sabe que estén haciendo ahorita”, dice.
Cuando se les pregunta qué les falta por cumplir, Gastón duda y lanza la bolita: “Manager, ¿qué nos falta por cumplir?”, a lo que Guillermo, su representante responde: “Uy… el Palacio de los Deportes”.
“La neta es feo soñar en voz alta porque sientes que cuando lo pones ahí no va a pasar”, rescata Gastón. “El otro día tuve una plática muy romántica con mi manager diciéndole mis sueños de aquí a un lustro, pero al chile si me costó abrirme con él hacerlo con un periódico me cuesta más trabajo. Créeme que hay metas, hay planes, mucho trabajo por hacer”.