La mirada de Susana Zabaleta lo dice todo, es una mujer tierna, comprometida y muy romántica, pero igual puede perder esa dulzura si alguien la lastima o trata de hacerla sentir menos, “hay hombres muy guapos que se me han acercado con un buen traje, unas flores y bien perfumadito, pero si no me convence lo que trae en la cabeza me doy la media vuelta”, revela de manera tajante.
“A mí me enamora la inteligencia, el romanticismo, una buena canción, un bolero, que alguien me abra la puerta del coche y me de la mano para subir o bajar las escaleras, quienes piensan que sólo busco belleza se equivocan, no vale la pena darles más de mi tiempo”, expresó.
Susana Zabaleta cuenta sus dramas en musical
Pero reconoció que los tiempos han cambiado y que la mujer también ha contribuido a ello, “sin pensarlo, tal vez, en la lucha por los derechos de la igualdad las mujeres hemos llevado al hombre por un camino donde los confundimos, por un lado queremos el mismo trato y por ello ya no nos tratan con delicadeza, hay que estar conscientes de que se ganan unas cosas y se pierden otras”, expresó.
Cuestionada sobre el próximo Día Internacional de la Mujer, Zabaleta lanzó una sonrisa picarona, “no, a la mujer se le debe de admirar, tratar dignamente y querer profundamente todo el año no sólo un día, muchos también ya usan la fecha para llenar a su pareja con herramientas para la cocina, piensan que es lo mismo que el 10 de mayo y con eso ya estamos mal”.
Para ayudar a componer un poco las cosas, dijo que ella continuará abogando por el romanticismo y los boleros, para ello, invita al público para que asista el 3 de abril al Lunario del Auditorio Nacional para acompañarla a ella y al vocalista de Café Tacvba, Rubén Albarrán, en una noche muy bohemia.
Nacida en Monclova, Coahuila, Susana es una mujer que al tenerla de frente inquieta, fascina, altera, seduce y fácilmente acapara la atención, pero ella misma afirma que su verdadero poder de conquista es su voz, “me encanta cantar, cuando lo hago yo misma me seduzco, recuerdo mi primera oportunidad fue con La Traviata, Elixir de Amor, pero luego Manolo Fábregas me permite ser parte de El violinista en el tejado y le encantó, me apoyó mucho, para ser parte de otras obras como Qué plantón, Don Quijote de la Mancha y Cats, siempre aplaudió mi voz”, recuerda.
Ganadora de varios discos de oro y platino por sus discos, Zabaleta no se conforma, “la preparación es diaria, hay que ensayar y cuidar la voz, no tengo un método en especial, creo que mi voz es feliz cantando lo que me gusta”, señaló.
En el teatro ya dio vida también a Morticia en el musical Los locos Adams, participó en Tengamos el sexo en paz y actualmente se desenvuelve en Casi normales, pero su carrera también abarca el cine con películas como Elisa antes del fin del mundo, Vivir mata y Sexo pudor y lágrimas, con la cual ganó la Diosa de Plata como mejor actriz.
“Sí, tengo poco trabajo en cine, pero lo hice porque me conquistó, esas películas representaron algo especial para mí en su momento, las disfruté mucho”. En televisión también ha dejado huella en telenovelas y como conductora con SuSana adicción.
Para ella, la vida se centra en sus hijos y su carrera, “soy feliz así, estoy muy acomodada en mi casa, con mis hijos y mi carrera, no necesito más por el momento”, finalizó.