Habían pasado unos minutos después de las 21:00 horas en que iniciaba el concierto y el público del Foro Sol reía y jugaba a hacer "la ola", en espera de la llegada de su ídolo. Pero este momento no se prolongó mucho, pues el show estaba por iniciar.
En cuanto las luces se apagaron, The Weeknd apareció en medio de los edificios digitales que se observaban en las pantallas del escenario principal, portando una máscara que cubría parcialmente su rostro, únicamente dejando a la vista su boca y una luz blanca a la altura de sus ojos, mientras interpretaba "Party monster".
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En medio de la pasarela que partía desde el escenario hasta la mitad de la sección "General B", yacía la estatua elaborada por el artista japonés Sorayama que ha acompañado al cantante durante todo su tour y giraba como si quisiera observar todo el recinto. Al final de dicha estructural se situaba una luna iluminada que cambiaba entre tonalidades rojas y azules.
Con toda la gente cantando al unísono y las pulseras luminosas cambiando de color, The Weeknd saludó a su público: "Ciudad de México, quiero una ola de energía. Pongan sus manos arriba". El show siguió con "Take My Breath", "Sacrifice", "Feel my face", "Lost in the fire" y "Hurricane".
"México, haz un poco de ruido", exclamó el intérprete. De pronto, unas columnas de fuego se erigieron al sonar "The hills" y unas llamas digitales aparecieron en la ciudad ficticia que estaba en la pantalla principal, destruyendo los edificios por completo.
Abel no dejaba de animar a los presentes, dirigiéndose a la distintas secciones del recinto, invitando a la gente a bailar y brincar. "Vamos Ciudad de México", repetía constantemente.
Tocó turno a "Starboy", uno de los temas más coreados hasta el momento. El cantante puso su mano en su corazón, mientras sonreía aparentemente divertido por lo que veía y es que la gente comenzó a sacar globos blancos por montones. "Parece que saben cuál es la siguiente canción", dijo, antes de cantar "House of balloons".
Tras temas como "Heartless", "Low life" y "Reminder", Abel se quitó la máscara que portó desde el inicio, dejando al descubierto su rostro y desatando la euforia entre los fans. El repertorio siguió con temas como “Faith” y “After Hours”, el cual da nombre a esta gira.
"La noche todavía es joven", exclamó. "Me siento increíble aquí, ¿ustedes se sienten bien? No hace frío, no los escucho por atrás, hagan un poco de ruido", repitió, antes de cantar "Earned it".
"Se siente increíble estar de vuelta aquí", dijo cantando, y enseguida anunció que seguía su canción favorita: "Out of time". Rodeado de su equipo de seguridad, descendió del escenario y le cantó de cerca a una joven, a quien le acercó el micrófono, pero ante tanta emoción, fue incapaz de repetir la letra, así que Abel sonrió y retomó la palabra.
Las pulseras luminosas continuaban brillando al ritmo de la música y los fans no paraban de cantar y bailar. Para la siguiente parte del show, The Weeknd se colocó en el segundo escenario, donde las personas que estaban en la parte de atrás pudieron verlo más de cerca.
Observó a todo el recinto, con una mano en el corazón. La luna, que inicialmente estaba iluminada de rojo, cambiaba de color conforme Abel interpretaba éxitos como “Feel it coming”, “Die for you”, “Is there someone else”, “I was never there” y "Wicked games".
El canadiense no paraba de expresar su amor por nuestro país, cambiando algunas estrofas de sus canciones, para conversar con sus fans. El show siguió con "Call out my name", "The morning", una versión extendida de "Save your tears" y "Less than zero".
Nuevamente se dirigió al escenario secundario, desde donde saludó y dirigió un par de reverencias a sus admiradores. De pronto las pulseras comenzaron a parpadear, mientras se escuchaban los primeros acordes de "Blinding lights".
La recta final se conformó por "Tears in the rain", "Creepin", "Popular" e "In your eyes" y "Moth to a flame". "Dejo mi corazón en México, bebé", exclamó, y partió del escenario, no sin antes presentar a sus músicos.