Nueva York.- Harvey Weinstein tendrá que abonar una fianza de cinco millones de dólares en efectivo, frente al millón que tenía impuesto hasta ahora, por haber violado los términos de su libertad condicional, decretó este miércoles el juez encargado de su caso.
La decisión llega después de que el pasado viernes la Fiscalía acusase al productor de Hollywood -a la espera de juicio por abusos sexuales- de no utilizar como debe el dispositivo que está obligado a llevar para rastrear su ubicación.
El sistema consta de dos partes: una pulsera que el acusado lleva en todo momento en su tobillo y un dispositivo de señalización, que supuestamente ha dejado repetidamente en su domicilio.
Según los fiscales, Weinstein no estuvo localizable en al menos 56 ocasiones diferentes, un problema que sus abogados atribuyeron a dificultades técnicas.
La Fiscalía había advertido de que Weinstein puede fugarse en un jet privado e irse a otro país en estas circunstancias, por lo que pidió aumentar su fianza.
Según explicaron este miércoles fuentes de la Fiscalía, además de abonar los 5 millones de dólares en efectivo para seguir en libertad vigilada, el acusado tiene la opción de ofrecer un bono de 50 millones asegurado al 10 % o un bono de 2 millones de dólares a cargo de una compañía de seguros.
Además, Weinstein tiene retirado su pasaporte y no puede viajar fuera de Estados Unidos, mientras que tiene que informar de cualquier desplazamiento fuera de los estados de Nueva York y de Connecticut.
Weinstein, de 67 años, llegó a la vista celebrada en un juzgado de Manhattan vestido de traje y apoyándose en un andador.
Según sus abogados, el productor tiene problemas de espalda como consecuencia de un accidente de tráfico que sufrió el pasado agosto y que le obligará a pasar por el quirófano esta semana.
Weinstein tiene programado el inicio de su juicio para el próximo 6 de enero y se enfrenta a una posible cadena perpetua por cinco cargos de agresión sexual depredadora, acto sexual criminal y violación, acusaciones que involucran a tres mujeres.
El cineasta, cuyos supuestos abusos sexuales estuvieron en el centro del nacimiento del movimiento #MeToo, se ha declarado no culpable y ha defendido en todo momento que todas esas relaciones fueron consentidas.