Si de pronto todas las canciones exitosas del momento te suenan igual, con las mismas voces robotizadas, con el autotune a tope y hasta con melodías similares, no es tu imaginación: en realidad existen técnicas de producción que permiten hacer música como si fuese comida rápida: todo en masa y de la misma manera.
Chetes está convencido de ello. No es, para nada, uno de esos artistas cascarrabias que despotrican en contra de todo lo nuevo. Al contrario: le encanta que los festivales ya no sean cerrados a un solo género y que la fusión predomine en las tendencias. Simplemente es alguien que se dedica a la música desde hace más de 20 años y que es una especie de ratón de biblioteca. O de estudio, para ser más precisos. Y es que en tiempos donde la música se compone y se graba en un iPhone, el ex vocalista de Zurdok prefiere la tecnología análoga y el romanticismo del instrumento.
“Cuando se dice que mucha música suena a lo mismo nos referimos a la música preset. Actualmente tienes la computadora y la oportunidad de hacer la música tú mismo en el cuarto o en el baño con base en un preset y luego colgarla a la red”, dice Chetes en entrevista con El Sol de México a propósito del concierto que ofrecerá el 3 de septiembre en el Auditorio Blackberry de la Ciudad de México. Hace apenas unas semanas, los asistentes al Machaca Fest fueron los afortunados en ver el reencuentro de Zurdok, una de las bandas más importantes del rock mexicano y una de las más representativas del movimiento conocido como la Avanzada Regia.
Desde Zurdok, Chetes ya mostraba una tendencia a la experimentación, la fusión y la originalidad. Dice que su objetivo es seguir manteniendo esa vocación. “Siempre hago lo que me gusta y trato de ser sincero. No persigo las nuevas tendencias para encajar porque la gente puede oler muy fácil cuando un artista sólo quiere entrar a lo que está de moda”.
No menciona nombres de artistas o grupos que compongan música sólo por “encajar”, pero sí explica de qué manera puede lograrse esta “música preset” que parece estar hecha para popularizarse rápidamente en las plataformas digitales.
Lo que más le parece extraño a este compositor de 42 años es que, con toda la libertad y tecnología que existe en la actualidad, muchos artistas prefieran confeccionar el mismo tipo de música en lugar de atreverse a experimentar con cosas nuevas.
“Lo raro es que todos tienden a hacer el mismo tipo de rola para llamar la atención o para tener los números de otro artista que admiran o que está de moda. En mi generación, para hacer una grabación debías pasar por muchos filtros, convencer a mucha gente y, de alguna forma, debías estar en un cierto molde para que eso pasara. Sin embargo, hoy ya no existe ese problema: el artista puede hacer lo que quiera, lo que tenga en su cabeza. Por eso se me hace curioso que todos usen la misma cajita de ritmos, que todo mundo use la caja 808 y que apliquen el autotune hasta el tronco para sonar igualito. El mismo robot está en las grabaciones de todo el mundo, ya sea de rap, de R&B, de rock, de balada… es el mismo en todos lados”, apunta Chetes, quien prefiere trabajar con técnicas análogas para lograr una mayor calidez en su sonido.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Eso no significa que no haya, para él, artistas actuales con talento. Menciona a Billie Eilish como ejemplo de lo que se puede lograr con producciones caseras, sin necesidad de gastar una fortuna en un estudio de grabación. “Lo que sí puedo entender es que, en general, no es un momento en que haya mucha variedad musical”, admite.
Como un romántico de la música hecha con instrumentos, Chetes se muestra feliz por una noticia que leyó recientemente: en los últimos dos años se han vendido cantidades monstruosas de guitarras, bajos y baterías. “Seguramente una nueva generación llegará y hará una protesta en contra de toda la música robótica y programada. No estoy en contra de lo que está pasando, me gustan las mezclas, pero yo hago lo mío”.