El cómic como lo conocemos hoy tiene una historia de ocho décadas, en las que pasó de ser una revista de unos cuantos centavos perdida en el kiosko de periódicos, hasta formar franquicias multimillonarias.
Uno de los aspectos en los que más se nota esta evolución es el cambio en sus argumentos narrativos. No es lo mismo un cómic de finales de la década de los 30 del siglo pasado, al que hoy podemos adquirir en tiendas de autoservicio o hasta librerías.
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“Cuando los superhéroes comenzaron a finales de los 30, particularmente 1938, eran cómics e historias dirigidas hacia niños, su público eran básicamente niños. Superman, Batman, Linterna Verde y Flash, todos estos personajes tenían aventuras dirigidas hacia niños. Conforme los años fueron pasando estos niños crecieron y muchos de ellos no dejaron de leer cómics, entonces, de repente ya tenían 20 años leyendo cómics y 30 años de edad, pero ya no querían leer el mismo tipo de historias”, explica Giovanni Pasco, youtuber especialista en cultura pop y cómics.
Conocido en YouTube como GO! El Monitor Geek, Pasco comenta que los cambios en el contenido de los cómics empezó con el relevo generacional. En principio, eran adultos escribiendo historias para niños, tras un par de décadas ya se trataba de jóvenes escribiendo para otros jóvenes.
“Los niños que crecieron leyendo cómics se convirtieron en escritores. Entonces es muy diferente la primera generación de escritores que la segunda. Stan Lee y Jack Kirby que fueron pioneros, eran señores escribiendo historias para niños, y la segunda eran jóvenes escribiendo para jóvenes”.
Así llegamos a lo que tenemos hoy, donde los cómics saltaron de las páginas a otros medios audiovisuales, principalmente el cine, donde ya hay una mayor exposición y la gente los aceptó.
“Hay un cambio cultural por la incursión de los superhéroes en el cine, algo que antes no teníamos o era muy chafa como la serie de Spider-Man en los 70, o Hulk, con sus limitantes. Pero a finales de los 90 empezaron a salir las películas más realistas, Spider-Man con sus poderes o los X-Men”.
Una curiosa evolución
Un caso curioso de la evolución de las historias del cómic es Superman. Considerado el primer superhéroe moderno, en su debut en los cómics en 1938 el Hombre de Acero combatió a un político corrupto y defendió a una mujer víctima de violencia doméstica.
Con el paso de los años, el también llamado Último Hijo de Krypton cambió radicalmente su perfil, al grado de que durante la Guerra Fría fue un símbolo de Estados Unidos contra la Unión Soviética. Muestra de ello era que él defendía “la verdad, la justicia y el estilo de vida americano”.
Los tiempos cambiaron y ya para los 80 incluso esa “sumisión” a la ideología estadounidense fue criticada en The Dark Knight Returns, donde Frank Miller lo vuelve el antagonista de la historia luego de que el presidente de Estados Unidos le diera la orden de detener a Batman ya que los estaba dejando en evidencia de lo mal que combatían el crimen.
Pero Superman no es el único que vio sus historias marcadas por ideas políticas. El mismo Capitán América nació para combatir a los nazis. En la portada de su primera historieta, que data de marzo de 1941, se ve al Capitán golpeando a Adolf Hitler.
Como otros medios, los cambios sociales permearon en los cómics. Ahora, Superman pelea por “la verdad, la justicia y un mañana mejor”, tiene un hijo bisexual y quién sabe qué más le pasará en el futuro.
Cómics y mitos
Una de las características principales de los superhéroes son sus habilidades sobrehumanas. La mayoría de estos personajes tienen ya fuerza extraordinaria, pueden volar, poderes mentales o cualquier cosa que los diferencia de los humanos normales.
Esto hizo que a mitad del siglo pasado, cuando todavía existían personajes con problemas normales como Spider-Man o X-Men, se nombró a los superhéroes como los nuevos dioses.
Junto a esto, algunas personas consideran a los cómics como una nueva mitología. ¿Esta idea tiene fundamento?
“No creo que los superhéroes sean la nueva mitología, creo que los superhéroes son un tipo de nueva mitología, que no es lo mismo. Los seres humanos tendemos a repetir las mismas historias, los mitos griegos, los mitos nórdicos, tendemos a repetir ciertos arquetipos y eso lo vemos en los cómics”, explica El Monitor Geek.
De nuevo tomando el ejemplo de Superman, tras el estreno de Man of Steel en 2013 hubo quienes encontraron muchos simbolismos cristianos en la película, desde la escena donde Clark Kent habla con un sacerdote sobre sacrificarse por la humanidad, hasta posturas del superhéroe como si estuviera crucificado.
Eso sin contar que otras personas tienden a comparar su historia con la de Moisés, ya que ambos fueron salvados por sus padres del exterminio de su pueblo al mandarlos en una canasta o nave a otro mundo.
“Cuando Jerry Siegel y Joe Schuster crearon a Superman no lo hicieron pensando ‘lo voy a poner así para que digan que es como Moisés’. Simplemente fueron cosas que fueron armando y se sintió natural. Y se sintió natural porque seguramente ya lo habían visto en otras historias antes, por eso hizo click la historia para que quedara de esta manera”, añade Giovanni Pasco.
Otros personajes son tomados literalmente de la mitología, como Thor de los relatos nórdicos, o Shazam, quien según su historia toma sus poderes de Salomón, Hércules, Atlas, Zeus, Aquiles y Mercurio, o Wonder Woman que es una amazona hija de Zeus.
Para el youtuber GO! no es tanto que se tomen historias de la mitología lo que hace a los cómics parecidos a estos tipos de relatos, sino que en lo que se parecen es en su evolución.
“Conforme la historia de Superman va evolucionando, hay cosas que se van desechando naturalmente y otras que se van quedando. Esto es algo muy mitológico, por ejemplo, la historia de Zeus no la escribió una persona, no hay un autor del mito, eran recopilaciones de muchas personas, algunas interpretaciones perduraron y otras no.
“Tienen características similares tanto en los personajes como en la manera en la que se comportan las historias, eso es algo que no pasa por ejemplo en El Señor de los Anillos. No es que hable mal de Tolkien (autor de la obra), sino que la historia de Tolkien es de Tolkien, la historia de Superman no es de sus creadores, ellos escribieron muy pocas historias del personaje, realmente hay otros escritores que le han aportado más al personaje que quienes lo crearon”, dice.
Pasco comenta que ahora los superhéroes pasan por un periodo de gran popularidad debido a las películas, pero tarde o temprano estas franquicias fílmicas tendrán una curva descendente en la taquilla, como ocurrió en su momento con los western.
Cuando pase eso, los cómics no desaparecerán, sino que volverán a evolucionar.