Hace 50 años Los Beatles tocaron juntos por última vez, en vivo, en lo que medio siglo después se conoce como el famoso rooftop concert o en español, concierto de la azotea; este tuvo lugar el 30 de enero de 1969 en Savile Row número 3, en la capital inglesa, donde el Cuarteto de Liverpool en un clima de asombro, buena música y expectación presentó algunas canciones de su nuevo álbum, Let it be, sin anuncio previo, publicidad ni convocatoria de prensa, lo que constituyó un hecho sin precedente en la historia musical.
El edificio de Savile Row número 3 albergaba oficinas y estudio de grabación de Apple Corporation, la compañía de Los Beatles. La mañana era fría y soplaba un viento helado que sacudía las melenas de los músicos: Paul McCartney en el bajo, John Lennon y George Harrison en las guitarras y Ringo Starr en la batería. Además, se había agregado la presencia del pianista estadunidense Billy Preston, quien participó en la grabación del álbum por invitación de George.
Y todo iba bien, hasta que llegaron los bobbies, la policía londinense de Scotland Yard, que paró el inusitado concierto, aunque, a decir verdad, en realidad no todo marchaba en los mejores términos. Las discrepancias entre Los Beatles en su recta final cada vez eran más ríspidas y se respiraba un ambiente de tensión en la azotea de Savile Row número 3, donde Los Beatles habían decidido tocar a regañadientes del señor McCartney.
La historia
Resulta que Paul había proyectado grabar un nuevo disco y regresar con él a los orígenes del grupo, cuando las presentaciones en directo se sucedían una tras otra, pero sus compañeros de la banda no estaban de acuerdo y peor aún, en momentos en que las relaciones entre ellos se habían deteriorado escandalosamente.
Paul planeaba realizar la presentación de Let it be , que en principio se había pensado bautizarlo con el nombre de Get back que incluía un filme documental sobre la grabación del mismo, en algún escenario espectacular, magno, acorde con el acontecimiento, pero no encontró eco entre sus compañeros. Se manejaron diversas opciones: una gira colosal por varios países; en un anfiteatro tunecino; a bordo de un crucero en medio del Atlántico; en las pirámides de Egipto ante un público compuesto por beduinos y, mordaz, John Lennon sugirió en un “asilo para dementes”.
Nadie estuvo de acuerdo y todo terminó en la azotea de Savile Row número 3 ante el azoro de los transeúntes calle abajo, el vecindario que copaba, igual, tejados y ventanas, la protesta de algunos por el intenso ruido y la policía presta a restablecer el orden. Los fans, sin embargo, disfrutaron el insólito evento. Los Beatles ofrecían así su último concierto y seguirían escribiendo su gran historia… que no acaba aún.
El repertorio
El grandioso Cuarteto de Liverpool interpretó solamente seis números:
1.- Get back (ensayo)
2.- Don´t let me down
3.- I´ve got a feeling
4.- One after 909
5.- Dig a pony
6.- Get back