Azela Robinson tuvo dos motivos para aceptar el papel de Gélica, la ama de llaves de Paz Vega, Catalina Creel en la evolucionada Cuna de Lobos de Giselle González, que se estrenó esta semana en horario primer time por el canal Las Estrellas, 2.1.
“Este proyecto emocionalmente tiene mucha importancia en mi carrera, porque María Rubo en la vida real era como mi mamá. Primero la descubrí en Rina, me impresionó por sus escenas de exorcista y la vuelvo a redescubrir en Cuna de Lobos, en 1986. Recuerdo a mi madre por adopción con un gran sentido del humor, filosa, amorosa y una actriz con una humildad extraordinaria. María Rubo es marcada por Catalina Creel, le costó su vida, le costó su carrera, fue un personaje que la marcó en un momento que todo era si usabas un sombrero texano, ya eras texano. Y esta nueva producción es un pequeño y amoroso homenaje que le hacemos todos a Catalina Creel la original, la primera”.
La actriz de origen inglés, también confiesa a El Sol de México que aunque el papel que ahora encarna en Cuna de Lobos y que en la original encarnó Rosa María Bianchi, es una forma de “estar cerca, cerquita de Paz Vega. Es una compañera que te da mucho en escena, su manejo de la cámara es perfecto, preciso y aprendes mucho, al mismo tiempo que estás trabajando con ella, su bagaje cinematográfico nos ha funcionado muchísimo. Paz es una tipaza, nos dio mucha emoción verla otra vez en la promoción por el estreno, en Acapulco cuando teníamos momentos de descanso nos íbamos de fiesta, tenemos una relación muy bonita”.
A propósito de su papel de una mujer callada y sumisa, cuenta que la productora le ofreció primero un papel más grande y declinó: “No me importa qué sabe de mí Catalina, yo la amo, la cuido, la protejo, soy su incondicional en la trama y para mí no hay personaje pequeño, mi intención era estar junto a Paz, junto a Flavio Medina, que es Francisco, el villano y amante de ella”.
Azela Robinson asegura que, al igual que su compañero Flavio Medina, respalda esta nueva versión. "No llevamos ningún peso, o la idea de competir con la primera, han pasado muchos años y ahora hay una nueva generación que no la conoce y es distinta”.