David Bowie siempre será un camaleón

A cinco años de su muerte, la figura de David Bowie continúa siendo una de las más aclamadas de la industria por su originalidad y osadía para explorar nuevos estilos, tanto en la música, como en la moda o la actuación

Belén Eligio | El Sol de México

  · domingo 10 de enero de 2021

Ilustración: Alejandro Oyervides

"Algo pasó el día que murió, su espíritu se alzó un metro y se hizo a un lado". Así cantaba David Bowie en el primer track de su disco Blackstar, que fue lanzado dos días antes de su fallecimiento en 2016 (justo el día de su cumpleaños 69) y, de acuerdo con fans y críticos, fue su despedida de este mundo. Un adiós lleno de ritmos psicodélicos y un estilo que sólo él podía ejecutar.

Y es que el cantante siempre destacó por su excentricidad, y originalidad para explorar distintos ritmos en su música, especialmente a través de los "alter egos" que construyó en sus álbumes.

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"Se consideraba a sí mismo como un portador de la cultura popular, aunque era más un filtro de esa cultura. Por eso también encontramos tantas referencias en su música, su fascinación por la ciencia ficción, por el arte y por tantas cosas, porque era un tipo muy obsesionado y también muy apasionado de absolutamente todo. Sus diferentes obsesiones las transmite a través de diferentes manifestaciones artísticas", señala la periodista musical Karina Cabrera.

La experta opina que para entender su obra, es necesario considerar que aunque su primer tema (Liza Jane) se lanzó en 1964, no fue hasta casi seis años después que alcanzó la fama con el disco David Bowie, tiempo en el que pudo estudiar y comprender cómo se crean las canciones.

Ilustración: Alejandro Oyervides

"Casi siempre se utiliza la idea de camaleón, pero estaba más cercano a un pavo real, porque no era un tipo que estaba cambiando específicamente para ocultarse, lo hacía mientras absorbía todo a su alrededor para seguir creando y luciéndose", explica.

Esta creatividad la trasladó también a los atuendos que usaba tanto en el escenario como en sus videos, los cuales lo colocaron como un referente de la moda, y uno de los pioneros del estilo andrógino en el pop, que a su vez abrió la puerta para que otros artistas (como Prince o Queen) exploraran esta tendencia en su propio trabajo.

La diseñadora Ángela Reyna, quien en 2017 presentó una colección inspirada en el legado de Bowie, aplaude esta apertura en su modo de vestir, y asegura que además de revolucionar la moda y la música, fue una pieza clave para que la industria de la moda aceptara que las prendas no tienen un género en específico.

"Se atrevía muchísimo, porque siendo hombre, se maquillaba, algo que en aquel momento era tabú. Era totalmente icónico, igual que sus vestuarios, era impresionante todo lo que hizo. Todos sus colores, las siluetas, era bastante excéntrico".

El eterno personaje

Además de la música, Bowie tuvo una amplia carrera como actor que comenzó formalmente el 28 de diciembre 1967 con su debut en teatro en la obra Turquoise or the looking glass murders, en el Oxford New Theater de Inglaterra, para la que además compuso algunos temas.

Posteriormente dio el salto a la pantalla grande. Su debut fue con la cinta de ciencia ficción de 1976, dirigida por Nicolas Roeg, The man who fell to earth, donde interpretó a un extraterrestre que llega a la Tierra en busca de agua, y por la que ganó un premio Saturn como Mejor Actor.

A esta le siguieron otras interpretaciones que, si bien fueron breves o no fueron aplaudidas por la crítica por su calidad histriónica, contribuyeron a crear piezas cinematográficas de culto en las que el público puede apreciar una extensión de la excentricidad del cantante, afirma la periodista Marcela Vargas.

David Bowie

"Bowie era un personaje todo el tiempo. El que se veía en el escenario, en pantalla y en sus videos, más allá de sus canciones, él ya estaba interpretando un personaje. Entonces esa misma necesidad creativa es algo que traslada al puñado de películas en las que participó, porque fueron bastantes, más de las que uno se imaginaría para alguien que ubicamos eminentemente como una estrella del rock".

Algunos de los títulos que destacan entre su filmografìa son Hunger (1983), Laberinto (1986), Absolute beginners (1986), La última tentación de Cristo (1988), Basquiat (1996), Mr. Rice´s secret (1999), Zoolander (2001), El gran truco (2006) y August (2008).

Vargas señala que al ver sus películas, resulta difícil olvidarse que quien está en pantalla es el gran intérprete de Space oddity, debido a que su presencia y la chispa que tiene, remite de inmediato a su trabajo como músico, y agregó que su faceta actoral fue para él una salida para cubrir sus necesidades creativas.

"Él creaba personajes en la primera parte de su carrera para separar a David Jones de este gran rockstar, del showman. Personajes como Jared en Laberinto, son precisamente eso, porque canaliza su misma energía creativa y muestran las mismas excentricidades, o algo nuevo, para mostrarnos a personas completamente originales".

Y añadie: "A pesar de que no hizo grandes películas que cambiaran al cine, sí le aportan un destello de color a la cinematografía mundial. Como público hubiéramos perdido más en la vida si David Bowie no hubiera hecho videos musicales, el mundo sería un lugar más gris, pero su trabajo como actor nos da especias para la vida, al encontrarnos con este genio en otras formas del arte".

Su visita a México

En octubre de 1997 "el camaleón del rock" hizo una breve visita a la Ciudad de México, en la que conoció lugares como Bellas Artes, Palacio Nacional y la casa de Frida Kahlo en Coyoacán.

El fotógrafo mexicano Fernando Aceves fue el encargado de documentar este viaje; sus imágenes han dado la vuelta al mundo, e incluso forman parte del libro David Bowie Icon de George Underwood, que se publicó el año pasado.

"Lo más importante de esa época fue darme cuenta que no necesariamente el tener estatus de leyenda hace que los seres sean inalcanzables. David Bowie era una persona muy amable y sencilla, muy ávido de conocimiento. Me dio la impresión de que en todo aquel que conocía encontraba algo, y eso se nota en su trabajo al colaborar con distintos músicos a lo largo de su carrera", relata el fotógrafo.

Aceves afirma que el cantante fue muy feliz durante su estancia en nuestro país, según se lo aseguró uno de sus acompañantes en aquel entonces. Y aunque se siente muy afortunado de haber tenido la oportunidad de conocerlo y escuchar sus discos, lamenta que su muerte se haya dado de forma tan repentina, ya que todavía tenía mucho que dar.

"No llegó a hacer su obra maestra por su partida tan temprana. Considero que es muy posible que la pandemia que estamos viviendo actualmente, hubiera hecho que realizara esa obra maestra. David Bowie era un visionario, alguien que veía hacia el futuro. Tú escuchas Blackstar, que fue su último disco y me parece que es un trabajo futurista, que va a ser apreciado a su máxima expresión dentro de algunos años. Era un tipo que veía las tendencias, las sabía distinguir, y la prueba está en la gente de la que se hizo rodear", finalizó.