La carrera de Reik se posicionó como una de las más exitosas en la industria del pop mexicano desde su incursión a inicios del siglo XXI. Con el tiempo su música se fue transformando hasta llegar a Ahora, su nueva producción discográfica que a tan sólo una semana de haber sido lanzada ya cuenta con un disco de platino, mostrando con éxito su iniciación en el reguetón.
“El disco es esa transición a lo que estamos haciendo ahora, estamos en un momento nuevo para la música latina en la que, a diferencia de antes, se puede reinventar, entonces esta es nuestra nueva carta de presentación” asegura Jesús Navarro vocalista de la agrupación en rueda de prensa.
El cambio en su música ha sido radical, “los primeros sencillos fueron súper controversiales” asegura Jesús, y afirma que, aunque muchos de sus seguidores “no se subieron al tren”, el número de gente que han atraído es mayor, por lo que “vamos a insistir en brincar de género en género” comenta el cantante.
Los integrantes no tienen miedo de decir que el cambio en el género surgió no únicamente como parte de una inquietud artística, pues consideran que la música también es parte de una industria y como tal está inmersa en las demandas del mercado. “Muchas veces las estrategias de colaboración significan que tú tienes un público al que yo no llego y viceversa” afirma Bibi Marín, guitarrista de la agrupación.
Y se apresura a recalcar que también “existen las ganas de no quedarnos estancados haciendo lo mismo, para nosotros pocas cosas se nos hacen menos estimulantes que repetirse para siempre y no poder hacer nada más porque estás encasillado en un género”.
Además, considera que el pop es un género tan maleable que “se puede hacer algo electrónico, rockabilly, reggae, balada romántica, etc. Entonces nos vamos a dar los permisos que queramos con la justificación metodológica, creativa y artística que sea”.
Por otro lado, su incursión en el género urbano no ha sido de ninguna manera sencilla, el primero en investigar cómo funcionaba el género fue Julio Ramírez y fue también él quien empezó a jalar a sus compañeros. Sin embargo, el éxito que ha surgido con esto ellos se lo atañen a su disposición a comenzar de nuevo más allá de su experiencia y su talento.
“Estar dispuestos a estar en ese lugar en el que vas a volver a aprender a los 31, 32 y 36 años, que aunque jóvenes no estás en los 17, eso ha sido la clave para nosotros, creo que es lo que hace que el resultado se sienta real” comenta Julio, y Jesús añade: “yo me tarde más de un año y medio en adaptarme, pero bueno tienes que trabajar, porque si no lo haces suenas a un artista viejo queriendo hacer cosas nuevas y no hay nada más triste que eso”.
A toda esta evolución de forma congruente se suma la necesidad de esparcir un mensaje de inclusión en sus próximas presentaciones a través de discurso hablado y expresiones visuales.
“Dentro del entretenimiento, queremos crear un granito de conciencia” comenta Bibi, “es algo muy personal sobre que no tienes que ser lo mismo que dijiste que eras ayer sólo por la expectativa de la gente. Hay muchos jóvenes que nos vemos medio atrapados porque dijimos que íbamos a ser esto a los 15 y luego a los 18 ya no” añade Jesús.
En ese sentido, consideran que esta nueva etapa en la música latina ha contribuido a que el género urbano sea mejor recibido por aquellos quienes antes lo rechazaban.
Jesús hace un balance “ya fuimos famosillos, ya nos fue mal, ya se nos subió, ya nos dieron de cachetadas y ahora está pasando algo muy padre, de pronto se abrieron un sinfín de posibilidades y opciones y nos llegó en un buen momento este nivel de éxito, si nos hubiera pasado antes no lo hubiéramos aprovechado de la manera en que lo hacemos”.