/ viernes 13 de octubre de 2023

Disney celebra 100 años: el castillo pionero de la animación convertido en fábrica de remakes

Expertos analizan el impacto y la situación actual de Disney Studios, que este año cumple su primer siglo de vida

The Walt Disney Company cumple sus primeros cien años de vida, y aunque se mantiene como el estudio que ha marcado un parteaguas en el cine infantil, hoy se dedica a revivir sus propios clásicos con remakes en live action y a hacer secuelas, precuelas y otro tipo de historias derivadas de los universos ya probadas, dando un paso atrás en la creatividad que lo definió en su nacimiento.

Pocas son las historias nuevas que va proponiendo, pocas en las que las nuevas generaciones se ven reflejadas como Turning Red, producida por Pixar Animation Studios, una de las cuatro empresas que ha adquirido en los últimos años, y que en sus inicios marcó la historia al producir Toy Story, la primera cinta animada por computadora.

Fin D: Los parques de diversiones sostienen The Walt Disney Company tras pérdidas por streaming

Debemos a Disney la versión rosa de los clásicos cuentos infantiles, esas historias que con el paso de los años dieron pie al imperio de las Princesas: La bella durmiente, La Cenicienta, Blancanieves y los siete enanos, La bella y la bestia, Aladdin, Pocahontas, La sirenita, Valiente, Frozen, Mulan.

También inventaron personajes como Mickey y Minnie Mouse, Pluto o el Pato Donald, los vimos en películas y también en caricaturas en la televisión, son animaciones que por décadas dominaron el gusto infantil y siguen manteniéndose como favoritos.

A sus creativos se deben historias como 101 dálmatas; El libro de la selva, El Emperador y sus Locuras, El Rey León, Enredados, Hércules, La Dama y el Vagabundo, Lilo y Stitch, Peter Pan o Tarzán, Fantasía, Bambi e Intensamente.


En 1928 se lanzó Barco de vapor Willie, el primer cortometraje animado de la historia, que fue además el debut de Mickey Mouse en pantalla

Y recientemente su incursión en el retrato de culturas latinas como lo hicieron en Coco, reflejo de la tradición del Día de muertos en México o Encanto, ambientada en la cultura colombiana.

En la búsqueda de renovación, la empresa compró el estudio 20th Century Fox, Lucas Films y Marvel Entertainment, con lo que se convirtió en dueña de gran parte de los personajes y tramas que dominan la cultura pop en las últimas décadas.

Para pocos es ajeno el universo de Star Wars o los Superhéroes de Marvel, que ahora pertenecen a la empresa que fundó Walter Elias Disney, empresario, animador, guionista, actor de voz y productor de cine.

Debemos a Walter Elias Disney la versión rosa de los clásicos cuentos infantiles. l Foto: Reuters

De las 10 películas más taquilleras de la empresa, sólo dos pertenecen a su catálogo original, el resto son éxitos de las franquicias que adquirieron: Avengers: Endgame (Marvel Studios); Avatar: The Way of Water (20th Century Studios), Star Wars: Episodio VII - El despertar de la Fuerza (Lucas Film); Avengers: Infinity War (Marvel Studios); El rey león (Walt Disney Pictures); The Avengers (Marvel Studios); Frozen II (Walt Disney Pictures); Black Panther (Marvel Studios) y Star Wars: Episodio VIII. Los últimos Jedi (Lucas Film).

Entrevistados por El Sol de México, tres expertos en cine desmenuzan los aciertos y derrotas del gran gigante de la animación y las historias sencillas que dominaron en su momento la taquilla como Juego de Gemelas, Viernes de Locos, Piratas del Caribe, El Diario de la Princesa, George de la Selva, Hocus Pocus, Querida Encogí a los Niños o Mary Poppins.

Disney impulsó la industria de la animación

Mario Székely, periodista, crítico y especialista en cultura cinematográfica; Gretta Juárez, ganadora del concurso de crítica cinematográfica del Festival de los Cabos y Gerardo Gil Ballesteros, crítico de cine de El Sol de México, coinciden en que el principal aporte que el estudio dio a la industria fueron los avances en materia de animación.

En 1928 se lanzó Barco de vapor Willie, el primer cortometraje animado de la historia, que fue además el debut de Mickey Mouse en pantalla. Tuvo un costo de cuatro mil 986 dólares y una duración de ocho minutos, pero eso bastó para que el estudio demostrara su capacidad para realizar proyectos de este tipo. En 1929 presentaron The Skeleton Dance, y para 1932 lanzaron su primer corto a color, titulado Árboles y flores.

A éste le siguió Construyendo un edificio, en 1933, que fue nominado en la sexta edición de los Premios Oscar como Mejor Cortometraje Animado. Para 1937 lanzaron Blancanieves y los siete enanos, considerado el primer largometraje de animación en el cine comercial, y el primero en la lista de clásicos de Walt Disney.

“Además de innovaciones película a película en temas de animación y sonido, tenemos promoción, marketing y merchandising, que prácticamente lo inventó Disney. Está también el manejo de animación con actores, como lo hizo con la ganadora del Oscar Mary Poppins (que combina caricaturas con actores de carne y hueso)”, explicó Mario Székely a El Sol de México.

El crítico añadió que también trasladaron estos avances a la vida real, con “la creación de animatronics usados en películas y sus parques de Disneyland. No olvidemos tampoco los cortos de naturaleza viva que se volvieron pioneros en este género en los años 50 y 60”.


El estilo visual que imponen en cada película, marca la pauta de la animación que harán otros estudios o al menos son un estándar del nivel de detalle que pueden alcanzar

Grecia Juárez


En tanto, Gerardo Gil Ballesteros añadió que sus narrativas, que presentan “un mundo dentro del mundo real que promete dulzura y colores felices”, han permitido que personas de distintas edades se identifiquen con sus historias.

“En primer lugar un universo, una manera de entender el mundo e incluso una pirámide social. Desde las princesas Disney, hasta la ideología profundamente conservadora woke, que es parte de sí mismo. El mundo pues, es cascada de colores”, agrega.

“Por otro lado, una narrativa cinematográfica, que es heredera clara de Griffith. Esto es, la comprensión absoluta de la forma en cómo el mainstream hollywoodense prepara sus narraciones. Por supuesto y en descargo, un mundo de fantasía e ilusiones que pesa en una pedagogía mundial”.

Tecnología ha revolucionado la experiencia en la pantalla grande

Aún en la actualidad Disney sigue innovando en el rubro de la animación, al explorar nuevas técnicas en sus películas. Un ejemplo de ello fue la cinta Elementos, la cual formó parte de su mancuerna con Pixar, y presentó por primera vez a personajes de fuego y agua, con gran realismo.

"Usamos una tecnología conocida como NST, que toma dibujos e imágenes y controla las tres dimensiones del efecto", explicó el director, Peter Sohn, en una entrevista exclusiva otorgada a El Sol de México en junio pasado.

"Era una tecnología impresionante que vino de un grupo de investigadores de Disney en Suiza. Nunca habíamos hecho personajes como estos antes, y ahora entiendo por qué", comentó entre risas. "Es porque se mueven constantemente, el fuego real se mueve incluso de forma más agresiva que como lo mostramos nosotros. Mucho del proceso y de la tecnología nueva era controlar eso".

Sus esfuerzos valieron la pena, pues tras haber tenido el peor debut en cines en la historia de Pixar, con 29.5 millones de dólares, la voz de la buena calidad de la cinta se corrió rápidamente entre el público, y la llevó a tener un repunte que alcanzó la cifra de 480 mdd, entrando al top 15 de cintas más taquilleras de 2023, ubicándose en la posición número 11.

Mario Székely considera que algunos de los live-actions que se han hecho últimamente también son un ejemplo de su capacidad para mantenerse a la vanguardia en materia de efectos visuales, aunque las historias no han logrado cautivar como lo hicieron las piezas originales.

“Los demás remakes nos han permitido seguirle la pista a las innovaciones tecnológicas, como en El rey león, que la animación ya es hiperrealista; pero a las películas en general les ha faltado conectar plenamente con el público, como lo fueron sus clásicos”.


➡️ Conoce más del festejo por los 100 años de Disney en nuestro suplemento Fin D

Hay un gran interés por las franquicias de superhéroes

En las últimas décadas, Disney ha estado enfocado en la construcción de franquicias cinematográficas que han dejado como derrama miles de millones de dólares, y han generado un impacto en la mercadotecnia de sus películas.

Indiana Jones, Piratas del Caribe (la cual surgió inspirada en una de las atracciones de Disneylandia), Star wars y el Universo cinematográfico de Marvel (MCU, por sus siglas en inglés) son algunos de los productos que han tenido mayor popularidad entre el público, estos dos últimos incluso se han expandido a la televisión, con series que se distribuyen en su plataforma de streaming.

“Es el único estudio en el que las familias pueden sentirse seguras porque sus contenidos son familiares. Star Wars no hubiera sido el fenómeno de merchandising si George Lucas no se hubiera inspirado en Disney y sus juguetes, playeras, relojes, para licenciar la marca. Las franquicias que dominan al mundo del cine de hoy voltean todo el tiempo a los fenómenos Disney”, comentó Székely.

Ewan McGregor, quien dio vida a Obi Wan Kenobi en la saga original de Star Wars, y regresó recientemente para una serie derivada donde exploró más la historia de su personaje, explicó en conferencia de prensa que tener historias en distintas generaciones es también una manera de ir creciendo junto con los fans, algo que él como actor disfruta mucho.

“Una vez que esos pequeños que tenían mi edad, cuando salieron las precuelas, crecieron un poco, y pude conocerlos y escuchar que a la gente realmente le gustaban (las películas), eso significó mucho para mí. Es una de las razones por las cuales quise hacer esto otra vez, los fans de Star Wars son muy apasionados y fuertes, poder darles algo como esto es muy emocionante”.

La trilogía cinematográfica original fue lanzada en 1977 con los episodios IV, V y VI, con Carrie Fisher, Mark Hamill y Harrison Ford al frente del elenco; y se retomó en 1999 con tres precuelas, que incorporaron a nuevos actores como Hayden Christensen, Ewan McGregor y Natalie Portman, y continuó nuevamente en 2015.

En las últimas décadas, Disney ha estado enfocado en la construcción de franquicias cinematográficas que han dejado como derrama miles de millones de dólares. l Foto: Reuters

En televisión se han producido doce series, entre las que destacan La guerra de los clones (2008), The Mandalorian (2019), Andor (2022) y Ahsoka (2023). Asimismo ya hay planes de dar continuidad a la saga en cine, con un décimo episodio que presentaría nuevos personajes.

El MCU es otro de sus productos estrella, con guiones basados en los cómics creados por el dibujante Stan Lee. Aunque se habían adaptado algunos títulos como Hulk y Daredevil, su auge inició en 2008 con el lanzamiento de Iron Man (protagonizada por Robert Downey Jr.).


Las franquicias que dominan al mundo del cine de hoy voltean todo el tiempo a los fenómenos Disney

Mario Székely


Ese fue el inicio de un universo conformado por 29 películas y 24 series de televisión, que popularizó el género de superhéroes, llevándolo incluso a ser mencionado en los Premios Oscar y los Emmy. Sin embargo, también ha generado críticas por parte de cineastas como Martin Scorsese y Francis Ford Coppola, quienes consideran que su exceso de efectos visuales afecta su calidad cinematográfica.

Ali Selim, quien dirigió algunos episodios de la serie Invasión secreta, respondió en entrevistas a estas críticas, y señaló que “mientras estas películas generen billones de dólares, significa que las audiencias las quieren, las reciben y las aman, y no pueden esperar a la siguiente”.

Asimismo, agregó que las problemáticas que presentan en sus guiones “funcionan como una alegoría de la manera en que vivimos en la Tierra, y emocionan a la gente. También espero que los hagan pensar, y tal vez acercarse a su forma de vida de una forma diferente”.

➡️ Lee más de nuestro Fin D dedicado a los 100 años de Disney

¿Se ha estancado la creatividad con los live-Action?

En el 2010 el estudio lanzó el reboot en live-action de Alicia en el país de las maravillas, dando pie a una ola de remakes que recrean sus cintas animadas clásicas, pero en esta ocasión con actores de carne y hueso.

Sin embargo, este no fue el primer título que retomaron, pues en 1994 se lanzó una cinta titulada El libro de la selva: la aventura continúa, que sigue las aventuras de un Mowgli adulto; y dos años más tarde produjeron 101 dálmatas, que tuvo una secuela en el año 2000.

Aunque las críticas han sido mixtas, los expertos consideran que esta tendencia ha afectado la capacidad de innovación de Disney en materia de guiones.


La creación de estos remakes son un síntoma de lo viciada que está la industria al seguir retomando historias anteriores, que sólo pasan de un formato animado a un live action, sin grandes variaciones en sus argumentos narrativos

Grecia Juárez


“Probablemente estas elecciones correspondan a que consideran que es más sencillo mostrar una historia que el público ya conoce, a presentarle personajes completamente nuevos, un pensamiento que, a mí parecer, subestima a las audiencias. Por otro lado, también considero que es otra manera de mantener vigentes sus historias, para las nuevas generaciones, lo cual también le beneficia al estudio”.

Cintas como La cenicienta, El libro de la selva, El rey león, Aladino, La bella y la bestia, Dumbo, Pinocho y La sirenita, se mantuvieron cien por ciento fieles al guion original, mientras que otras como Maléfica y Cruella se han enfocado en presentar las historias de las villanas, mostrándolas más humanas.

Además de los ya mencionados, la llamada Fábrica de sueños ya prepara más remakes, siendo Lilo y Stitch, Hércules, Blancanieves y los siete enanos y Moana algunos de los más próximos.

Gerardo Gil Ballesteros opina que ante la falta de nuevas historias, y las polémicas que han generado sus últimos live-actions debido a la elección de actores de color, o la premura con la que se recrean los originales, la situación actual de Disney “es compleja debido a las condiciones de la industria mundial y a sus propios errores en una mala lectura del liberalismo. Que en el fondo es conservadurismo”.

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El experto agregó que su esencia no ha cambiado, pero “hoy se percibe menos magia y más obsesión por los dólares. Parece que ya llegó la hora del té y el Sombrerero (personaje de Alicia en el país de las maravillas) es el nuevo director del estudio”.

The Walt Disney Company cumple sus primeros cien años de vida, y aunque se mantiene como el estudio que ha marcado un parteaguas en el cine infantil, hoy se dedica a revivir sus propios clásicos con remakes en live action y a hacer secuelas, precuelas y otro tipo de historias derivadas de los universos ya probadas, dando un paso atrás en la creatividad que lo definió en su nacimiento.

Pocas son las historias nuevas que va proponiendo, pocas en las que las nuevas generaciones se ven reflejadas como Turning Red, producida por Pixar Animation Studios, una de las cuatro empresas que ha adquirido en los últimos años, y que en sus inicios marcó la historia al producir Toy Story, la primera cinta animada por computadora.

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Debemos a Disney la versión rosa de los clásicos cuentos infantiles, esas historias que con el paso de los años dieron pie al imperio de las Princesas: La bella durmiente, La Cenicienta, Blancanieves y los siete enanos, La bella y la bestia, Aladdin, Pocahontas, La sirenita, Valiente, Frozen, Mulan.

También inventaron personajes como Mickey y Minnie Mouse, Pluto o el Pato Donald, los vimos en películas y también en caricaturas en la televisión, son animaciones que por décadas dominaron el gusto infantil y siguen manteniéndose como favoritos.

A sus creativos se deben historias como 101 dálmatas; El libro de la selva, El Emperador y sus Locuras, El Rey León, Enredados, Hércules, La Dama y el Vagabundo, Lilo y Stitch, Peter Pan o Tarzán, Fantasía, Bambi e Intensamente.


En 1928 se lanzó Barco de vapor Willie, el primer cortometraje animado de la historia, que fue además el debut de Mickey Mouse en pantalla

Y recientemente su incursión en el retrato de culturas latinas como lo hicieron en Coco, reflejo de la tradición del Día de muertos en México o Encanto, ambientada en la cultura colombiana.

En la búsqueda de renovación, la empresa compró el estudio 20th Century Fox, Lucas Films y Marvel Entertainment, con lo que se convirtió en dueña de gran parte de los personajes y tramas que dominan la cultura pop en las últimas décadas.

Para pocos es ajeno el universo de Star Wars o los Superhéroes de Marvel, que ahora pertenecen a la empresa que fundó Walter Elias Disney, empresario, animador, guionista, actor de voz y productor de cine.

Debemos a Walter Elias Disney la versión rosa de los clásicos cuentos infantiles. l Foto: Reuters

De las 10 películas más taquilleras de la empresa, sólo dos pertenecen a su catálogo original, el resto son éxitos de las franquicias que adquirieron: Avengers: Endgame (Marvel Studios); Avatar: The Way of Water (20th Century Studios), Star Wars: Episodio VII - El despertar de la Fuerza (Lucas Film); Avengers: Infinity War (Marvel Studios); El rey león (Walt Disney Pictures); The Avengers (Marvel Studios); Frozen II (Walt Disney Pictures); Black Panther (Marvel Studios) y Star Wars: Episodio VIII. Los últimos Jedi (Lucas Film).

Entrevistados por El Sol de México, tres expertos en cine desmenuzan los aciertos y derrotas del gran gigante de la animación y las historias sencillas que dominaron en su momento la taquilla como Juego de Gemelas, Viernes de Locos, Piratas del Caribe, El Diario de la Princesa, George de la Selva, Hocus Pocus, Querida Encogí a los Niños o Mary Poppins.

Disney impulsó la industria de la animación

Mario Székely, periodista, crítico y especialista en cultura cinematográfica; Gretta Juárez, ganadora del concurso de crítica cinematográfica del Festival de los Cabos y Gerardo Gil Ballesteros, crítico de cine de El Sol de México, coinciden en que el principal aporte que el estudio dio a la industria fueron los avances en materia de animación.

En 1928 se lanzó Barco de vapor Willie, el primer cortometraje animado de la historia, que fue además el debut de Mickey Mouse en pantalla. Tuvo un costo de cuatro mil 986 dólares y una duración de ocho minutos, pero eso bastó para que el estudio demostrara su capacidad para realizar proyectos de este tipo. En 1929 presentaron The Skeleton Dance, y para 1932 lanzaron su primer corto a color, titulado Árboles y flores.

A éste le siguió Construyendo un edificio, en 1933, que fue nominado en la sexta edición de los Premios Oscar como Mejor Cortometraje Animado. Para 1937 lanzaron Blancanieves y los siete enanos, considerado el primer largometraje de animación en el cine comercial, y el primero en la lista de clásicos de Walt Disney.

“Además de innovaciones película a película en temas de animación y sonido, tenemos promoción, marketing y merchandising, que prácticamente lo inventó Disney. Está también el manejo de animación con actores, como lo hizo con la ganadora del Oscar Mary Poppins (que combina caricaturas con actores de carne y hueso)”, explicó Mario Székely a El Sol de México.

El crítico añadió que también trasladaron estos avances a la vida real, con “la creación de animatronics usados en películas y sus parques de Disneyland. No olvidemos tampoco los cortos de naturaleza viva que se volvieron pioneros en este género en los años 50 y 60”.


El estilo visual que imponen en cada película, marca la pauta de la animación que harán otros estudios o al menos son un estándar del nivel de detalle que pueden alcanzar

Grecia Juárez


En tanto, Gerardo Gil Ballesteros añadió que sus narrativas, que presentan “un mundo dentro del mundo real que promete dulzura y colores felices”, han permitido que personas de distintas edades se identifiquen con sus historias.

“En primer lugar un universo, una manera de entender el mundo e incluso una pirámide social. Desde las princesas Disney, hasta la ideología profundamente conservadora woke, que es parte de sí mismo. El mundo pues, es cascada de colores”, agrega.

“Por otro lado, una narrativa cinematográfica, que es heredera clara de Griffith. Esto es, la comprensión absoluta de la forma en cómo el mainstream hollywoodense prepara sus narraciones. Por supuesto y en descargo, un mundo de fantasía e ilusiones que pesa en una pedagogía mundial”.

Tecnología ha revolucionado la experiencia en la pantalla grande

Aún en la actualidad Disney sigue innovando en el rubro de la animación, al explorar nuevas técnicas en sus películas. Un ejemplo de ello fue la cinta Elementos, la cual formó parte de su mancuerna con Pixar, y presentó por primera vez a personajes de fuego y agua, con gran realismo.

"Usamos una tecnología conocida como NST, que toma dibujos e imágenes y controla las tres dimensiones del efecto", explicó el director, Peter Sohn, en una entrevista exclusiva otorgada a El Sol de México en junio pasado.

"Era una tecnología impresionante que vino de un grupo de investigadores de Disney en Suiza. Nunca habíamos hecho personajes como estos antes, y ahora entiendo por qué", comentó entre risas. "Es porque se mueven constantemente, el fuego real se mueve incluso de forma más agresiva que como lo mostramos nosotros. Mucho del proceso y de la tecnología nueva era controlar eso".

Sus esfuerzos valieron la pena, pues tras haber tenido el peor debut en cines en la historia de Pixar, con 29.5 millones de dólares, la voz de la buena calidad de la cinta se corrió rápidamente entre el público, y la llevó a tener un repunte que alcanzó la cifra de 480 mdd, entrando al top 15 de cintas más taquilleras de 2023, ubicándose en la posición número 11.

Mario Székely considera que algunos de los live-actions que se han hecho últimamente también son un ejemplo de su capacidad para mantenerse a la vanguardia en materia de efectos visuales, aunque las historias no han logrado cautivar como lo hicieron las piezas originales.

“Los demás remakes nos han permitido seguirle la pista a las innovaciones tecnológicas, como en El rey león, que la animación ya es hiperrealista; pero a las películas en general les ha faltado conectar plenamente con el público, como lo fueron sus clásicos”.


➡️ Conoce más del festejo por los 100 años de Disney en nuestro suplemento Fin D

Hay un gran interés por las franquicias de superhéroes

En las últimas décadas, Disney ha estado enfocado en la construcción de franquicias cinematográficas que han dejado como derrama miles de millones de dólares, y han generado un impacto en la mercadotecnia de sus películas.

Indiana Jones, Piratas del Caribe (la cual surgió inspirada en una de las atracciones de Disneylandia), Star wars y el Universo cinematográfico de Marvel (MCU, por sus siglas en inglés) son algunos de los productos que han tenido mayor popularidad entre el público, estos dos últimos incluso se han expandido a la televisión, con series que se distribuyen en su plataforma de streaming.

“Es el único estudio en el que las familias pueden sentirse seguras porque sus contenidos son familiares. Star Wars no hubiera sido el fenómeno de merchandising si George Lucas no se hubiera inspirado en Disney y sus juguetes, playeras, relojes, para licenciar la marca. Las franquicias que dominan al mundo del cine de hoy voltean todo el tiempo a los fenómenos Disney”, comentó Székely.

Ewan McGregor, quien dio vida a Obi Wan Kenobi en la saga original de Star Wars, y regresó recientemente para una serie derivada donde exploró más la historia de su personaje, explicó en conferencia de prensa que tener historias en distintas generaciones es también una manera de ir creciendo junto con los fans, algo que él como actor disfruta mucho.

“Una vez que esos pequeños que tenían mi edad, cuando salieron las precuelas, crecieron un poco, y pude conocerlos y escuchar que a la gente realmente le gustaban (las películas), eso significó mucho para mí. Es una de las razones por las cuales quise hacer esto otra vez, los fans de Star Wars son muy apasionados y fuertes, poder darles algo como esto es muy emocionante”.

La trilogía cinematográfica original fue lanzada en 1977 con los episodios IV, V y VI, con Carrie Fisher, Mark Hamill y Harrison Ford al frente del elenco; y se retomó en 1999 con tres precuelas, que incorporaron a nuevos actores como Hayden Christensen, Ewan McGregor y Natalie Portman, y continuó nuevamente en 2015.

En las últimas décadas, Disney ha estado enfocado en la construcción de franquicias cinematográficas que han dejado como derrama miles de millones de dólares. l Foto: Reuters

En televisión se han producido doce series, entre las que destacan La guerra de los clones (2008), The Mandalorian (2019), Andor (2022) y Ahsoka (2023). Asimismo ya hay planes de dar continuidad a la saga en cine, con un décimo episodio que presentaría nuevos personajes.

El MCU es otro de sus productos estrella, con guiones basados en los cómics creados por el dibujante Stan Lee. Aunque se habían adaptado algunos títulos como Hulk y Daredevil, su auge inició en 2008 con el lanzamiento de Iron Man (protagonizada por Robert Downey Jr.).


Las franquicias que dominan al mundo del cine de hoy voltean todo el tiempo a los fenómenos Disney

Mario Székely


Ese fue el inicio de un universo conformado por 29 películas y 24 series de televisión, que popularizó el género de superhéroes, llevándolo incluso a ser mencionado en los Premios Oscar y los Emmy. Sin embargo, también ha generado críticas por parte de cineastas como Martin Scorsese y Francis Ford Coppola, quienes consideran que su exceso de efectos visuales afecta su calidad cinematográfica.

Ali Selim, quien dirigió algunos episodios de la serie Invasión secreta, respondió en entrevistas a estas críticas, y señaló que “mientras estas películas generen billones de dólares, significa que las audiencias las quieren, las reciben y las aman, y no pueden esperar a la siguiente”.

Asimismo, agregó que las problemáticas que presentan en sus guiones “funcionan como una alegoría de la manera en que vivimos en la Tierra, y emocionan a la gente. También espero que los hagan pensar, y tal vez acercarse a su forma de vida de una forma diferente”.

➡️ Lee más de nuestro Fin D dedicado a los 100 años de Disney

¿Se ha estancado la creatividad con los live-Action?

En el 2010 el estudio lanzó el reboot en live-action de Alicia en el país de las maravillas, dando pie a una ola de remakes que recrean sus cintas animadas clásicas, pero en esta ocasión con actores de carne y hueso.

Sin embargo, este no fue el primer título que retomaron, pues en 1994 se lanzó una cinta titulada El libro de la selva: la aventura continúa, que sigue las aventuras de un Mowgli adulto; y dos años más tarde produjeron 101 dálmatas, que tuvo una secuela en el año 2000.

Aunque las críticas han sido mixtas, los expertos consideran que esta tendencia ha afectado la capacidad de innovación de Disney en materia de guiones.


La creación de estos remakes son un síntoma de lo viciada que está la industria al seguir retomando historias anteriores, que sólo pasan de un formato animado a un live action, sin grandes variaciones en sus argumentos narrativos

Grecia Juárez


“Probablemente estas elecciones correspondan a que consideran que es más sencillo mostrar una historia que el público ya conoce, a presentarle personajes completamente nuevos, un pensamiento que, a mí parecer, subestima a las audiencias. Por otro lado, también considero que es otra manera de mantener vigentes sus historias, para las nuevas generaciones, lo cual también le beneficia al estudio”.

Cintas como La cenicienta, El libro de la selva, El rey león, Aladino, La bella y la bestia, Dumbo, Pinocho y La sirenita, se mantuvieron cien por ciento fieles al guion original, mientras que otras como Maléfica y Cruella se han enfocado en presentar las historias de las villanas, mostrándolas más humanas.

Además de los ya mencionados, la llamada Fábrica de sueños ya prepara más remakes, siendo Lilo y Stitch, Hércules, Blancanieves y los siete enanos y Moana algunos de los más próximos.

Gerardo Gil Ballesteros opina que ante la falta de nuevas historias, y las polémicas que han generado sus últimos live-actions debido a la elección de actores de color, o la premura con la que se recrean los originales, la situación actual de Disney “es compleja debido a las condiciones de la industria mundial y a sus propios errores en una mala lectura del liberalismo. Que en el fondo es conservadurismo”.

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El experto agregó que su esencia no ha cambiado, pero “hoy se percibe menos magia y más obsesión por los dólares. Parece que ya llegó la hora del té y el Sombrerero (personaje de Alicia en el país de las maravillas) es el nuevo director del estudio”.

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