Por Java
Hace 18 años dejó de existir elactor Eduardo López Rojas, quien, sin embargo, sigue “vivo” através de la magia del cine y la televisión y en el recuerdo desus admiradores.
Fue el 31 de julio de 1999 cuandodejó de latir el corazón de Eduardo, aquejado de diabetes. Suimagen en el filme Loscaifanes, histórico en el cine mexicano,quedó para siempre, lo mismo que sus actuaciones enLa mujer de Benjamín, Longitud de guerray Elprincipio.
Pocos en estos tiempos,lamentablemente, lo recuerdan en su papel de El mazacote en Los caifanes (1966), un filme deJuan Ibáñez que aparte de causar revuelo por su temática yrealización lanzó a la fama a otros tres actores que cobraronpopularidad rápidamente: Sergio Jiménez El gato, Óscar ChávezEl estilos y ErnestoGómez Cruz El azteca.
Ellos eran los caifanes en una cintaque se ubica en el lugar 58 entre las 100 mejores películas delcine mexicano.
Hijo de padres mexicanos, nacido enNueva York el 3 de mayo de 1937, Eduardo López Rojas perdió lavida a consecuencia de una septicemia producida por la diabetes.Una de sus piernas ya se había gangrenado y la infeccióndiseminado por todo su organismo.
A principios de la décadasesentera, López Rojas se integró a la Compañía de TeatroUniversitario que dirigía el maestro Héctor Azar, de donde“saltó” a la ya citada película de culto Los caifanes que lo proyectó a lafama.
El mazacote actuó en La mujer deBenjamín, ópera prima de Carlos Carreraque le dio a ganar el premio Coral del Festival Internacional delNuevo Cine Iberoamericano de La Habana, en Cuba, entre otrosgalardones.
Otros de sus filmes destacadosson My family, Romero y El otrolado, realizadas en EstadosUnidos.
Entre algunos datos de lapelícula Loscaifanes, diremos que es comediacostumbrista en la que participó nada menos que el escritor CarlosMonsiváis con un pequeño papel: los roles centrales estuvieron acargo de Julissa y Enrique Álvarez Félix, interpretando aPaloma yJaime Landa; Jorge Fonsse encargó de la producción y el gran Tito Novaro estuvo comoasistente de dirección.