Eduardo Videgaray fue víctima del fraude “La Patrona”

Los delincuentes le dijeron a su empleada que "estaba en problemas por no pagar impuestos"

El Sol de México en línea

  · viernes 26 de julio de 2019

Foto: Instagram eduardovidegaray

El conductor Eduardo Videgaray fue víctima del fraude conocido como “La Patrona”, debido a que su empleada doméstica recibió al menos tres llamadas telefónicas e intentaron extorsionarla con el engaño de que su jefe estaba en problemas judiciales.

“Fui víctima de la delincuencia”, escribió el comunicador en su cuenta de Twitter, donde mostró la denuncia que presentó ante las autoridades.

En su programa radiofónico La Corneta, Videgaray explicó que la mujer que trabaja en su casa en la colonia San Jerónimo Lídice, alcaldía Magdalena Contreras, recibió estas llamadas el pasado miércoles 24 de julio, entre las 13:00 y las 15:00 horas.

En la primera llamada fingieron que “era un servidor y decirle a la muchacha que trabaja conmigo que yo estaba en un serio aprieto, que necesitaba urgentemente esconder dinero. Al parecer por no pagar impuestos”.

Entonces citaron a la mujer en un centro comercial para que les diera dinero y objetos de la casa de Videgaray.

Luego recibió una segunda llamada, esta vez de un presunto contador llamado Oscar, quien le dijo que él llevaría la carpeta de impuesto a un juzgado de la PGR.

Foto: @EVIDEGARAY

En la tercera llamada habló una mujer para darle instrucciones sobre sacar dinero de la caja fuerte y llevarlo a un banco.

Para la empleada fue sospechosas estas instrucciones, por lo que finalmente decidió comunicarse con Videgaray, quien le dijo que era un engaño y le pidió que ya no respondiera el teléfono.

“Afortunadamente algo en el último instante le hizo dudar”, dijo el controvertido conductor.

En los últimos meses se han registrado casos bajo “La Patrona”, un modus operandi de los delincuentes donde, primero, obtienen datos personales de los dueños de la casa; luego llaman por teléfono a las empleadas domésticas en horas donde están solas y se hacen pasar por familiares, funcionarios, abogados.

Finalmente, con engaños les piden que ayuden a sus “patrones” buscando dinero o joyas para sacarlos del problema, para entregarlo a alguna persona que se “ofrece” a recogerlo o incluso depositarlos en tiendas de conveniencia o bancos.