Con una fuerte ovación y un grito coreando su nombre, Oscar Chávez fue recibido por miles de jóvenes y adultos durante su primera presentación en el Festival Vive Latino, donde hizo un recorrido por algunas de las canciones clásicas de la trova y sus éxitos que cautivaron a los asistentes.
En punto de las 19:15 horas, el Caifán mayor apareció en el escenario mientras el público que apenas llegaba corría para acercarse y verlo lo más cerca posible. Los aplausos y gritos fueron unánimes, algunos con cara de emoción y sorpresa veían al cantante caminar rumbo a la silla donde desarrolló su concierto.
“Gracias. Bienvenidos. Muchas gracias por la invitación y por su asistencia”, dijo el cantante para recibir a los invitados en su noche. “¡Bravo, Oscar!”, respondió un fan a lo lejos antes de que sonaran las primeras notas de Mariana y todos comenzaran a cantar “Me quisiera echar un panecillo…”.
Los jóvenes eran los más curiosos y también los más divertidos, pues en cuánto sonaron los primeros acordes se comenzaron a mover al ritmo de la música. Los adultos fueron más cuidadosos, lo observaban fijamente a través de la pantalla y cantaban sus canciones con delicadeza, apenas moviendo los labios.
“Voy a hablar poco porque si hablamos poco cantamos más”, bromeó el cantante que cautivó a todos con La llorona y Petróleo, lo que llevó de la nostalgia al baile. “Solo me dieron 50 minutos, así es que mejor nos apuramos no nos vayan a apagar”, agregó más tarde mientras unos cuantos reclamaron por el tiempo y luego bailaron La bruja.
“Esta que viene la conocen, cántenla. Si quieren… no es orden” les dijo Chávez a los asistentes antes de dar paso a Perdón, que fue seguida letra por letra con mucha pasión por la mayoría, algunos con despecho, otros tomados de la mano con sus amados a quienes les cantaban a los ojos.
“Esta es una sorpresa muy agradable. A ver qué sale”, dijo Óscar Chávez para recibir al Dr. Shenka, vocalista de Panteón Rococó, con quien cantó Fuera del mundo. “Venimos a rendirle tributo al maestro Óscar Chávez porque crecimos oyendo sus canciones”, comentó Shenka para generar otra ovación al ídolo.
Hasta siempre y Por ti avecinaron el fin. “¡Eso chingá!”, le gritaban a Óscar Chávez para celebrar sus canciones y su voz. No pudo faltar Macondo, con la que se despidió entre una multitud bailando. “Gracias, qué amables. Nos veremos pronto”, dijo para despedirse ante una ovación más fuerte que la que lo recibió