Cuiden a los actores, trátenlos bien, porque ellos son los breves cronistas de nuestro tiempo, escribió Shakespeare en Hamlet, recuerda Mario Iván Martínez, quien es un gran conocedor de la obra del bardo inglés.
"El teatro es el lugar donde encontramos reflexión, catarsis, lo que les pedían los antiguos a los actores y los dramaturgos, era que la gente saliera distinta de como entró al teatro, después de la auto inspección”.
En su día, maestros de la escena comparten lo que el teatro ha significado en sus vidas.
Susana Alexander se subió por primera vez a un escenario en 1960 y desde entonces, lo que más la enriquece es acercar su trabajo a los jóvenes.
“He hecho mucho teatro para estudiantes, escribí una obra que se llamaba A la maestra le gusta el profe Juan, que era nada más un título señuelo para que cayeran los muchachos, les daba una probadita de cada uno de los libros que les pedía el programa de la SEP a través del espectáculo y fue muy bien recibido", recuerda.
Para Maribel Guardia, el escenario teatral fue su primer acercamiento a la actuación. “Cuando vine a México hice mucha comedia, toda la semana hacíamos dos funciones diarias y cuando nos íbamos de gira eran tres; eso me formó como actriz, me enseñó disciplina y respeto".
Itari Martha, directora de la Compañía de Teatro Penitenciario, comparte que la escena brinda a los presos la posibilidad de imaginar otras formas de subsistir.
"Lo que he visto es una toma de decisiones más clara, los que han entrado ahí han disminuido su consumo de drogas, su cuerpo y su actitud cambian, así como la forma de relacionarse con los demás”, concluye la también actriz.