Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis… Con esta cuenta progresiva que pertenece a una de las piezas más representativas de Dámaso Pérez Prado (11 diciembre 1917), se evoca su singular sonrisa, enmarcada en un delineado bigote. Sus mangas rumberas con maracas y ese copete que completaba la inmortal figura del Cara de Foca, como lo bautizó otro memorable cubano: Benny Moré.
Así, se espera la fecha para que los próximos 11, 13 y 15 de abril se represente en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, la puesta en escena o mambo drama de una de las personalidades más icónicas y controversiales de la música popular afrocaribeña, bajo el título Yo soy el rey del mambo.
Con motivo del centenario de Dámaso Pérez Prado, el cubano Ulises Rodríguez Febles realizó el libro Mambo, que rico mambo eh eh eh del cual se deriva el montaje que incluye la escenografía y vestuario de Israel Rodríguez, compatriota del autor y del homenajeado.
Es Danna Stella Aguilar la directora de la obra que considera más bien un “mambo drama”, según explica en entrevista y se presentó primero en la isla en coloquio que hubo en torno a la figura de Pérez Prado, con historiadores y musicólogos quienes debatieron sobre este personaje que fue motivo de análisis y referencias por parte de autores como Gabriel García Márquez.
La directora de Yo soy el rey del mambo nos aclara que, aunque en la puesta hay melodías en vivo, no se trata de un musical aunque, “dialoga con la música, pero no es como esa estructura donde todo mundo canta, es muy teatral y claro se van a escuchar los mambos clásicos, también los arreglos son nuevos y es una manera de reinterpretar las melodías de la época”.
Respecto a la importancia que tiene Pérez Prado en la historia de la vida de los centros nocturnos, la radio y el cine de nuestro país, en la década de los años 40, 50 y 60, la directora menciona que ésta se plasma en la obra que cuenta en el elenco con actores mexicanos que representan a cubanos.
“Dámaso Pérez Prado aquí se dio a conocer al mundo y aquí fue queridísimo, fue bailadísimo y por supuesto que en las películas de rumberas tuvo una trascendencia vital. Lo más bonito, es que es un personaje cubano, pero muy mexicano”.
Por eso, la puesta en escena “es un merecidísimo homenaje” a la figura del también pianista “no solamente por lo que hizo en México, sino porque era genial, a nivel musical, fue verdaderamente un creador maravilloso, incansable, realmente un gran músico, eso es muy importante de reconocer en el montaje, fue muy conocido más allá del mambo”.
Dana Stella Aguilar comenta que el espectáculo es sumamente recomendable para todos los que han escuchado la música de Pérez Prado por generaciones, “Yo vivo en Xochimilco y me doy cuenta cómo el señor de las flores pone su música y una niña de ocho años la baila, es impresionante como sus canciones son inmortales y siguen vivas".
Por tal motivo ver esta pieza teatral, cuya estructura melodramática no es lineal, sino fragmentada con aspectos de la vida del músico, se podrá presenciar “por añoranza y para que las nuevas generaciones sepan quién fue este carismático hombre”.
La responsable de la escena señaló que también se desmitificarán algunas situaciones que encierran la figura de Dámaso Pérez Prado como si es el creador del mambo o no, y que era polémico y no muy querido por los sindicatos, ya que le pagaba muy bien a sus músicos.
En el elenco de la obra están Gerardo Trejoluna en el personaje de Dámaso Pérez Prado y contará con la música en vivo del quinteto Atenas Brass Ensemble, liderado por Rodolfo Jorge Horta. Otros actores que intervienen en la puesta son Héctor Hugo Peña (El trompeta), Ernesto Álvarez (Él), Luz Marina Arcos (María Cristina), Julio Olivares (El muchachito de la esquina), Fabiana Perzabal (Patricia) y Omar Godínez (El Benny), quienes tuvieron muy buena recepción por parte de los cubanos cuando se presentaron en la isla caribeña.