CANNES, Francia.- El Festival de Cannes, líder indiscutible de los certámenes cinematográficos internacionales, se inaugura hoy, quizá por primera vez en su larga historia de 71 años, en un considerable número de controversias originadas parcialmente en decisiones de su cúpula mayor, el presidente Pierre Lescure y el director artístico Thierry Fremaux.
Este último vio frustrados sus deseos de conseguir algunas películas para la competencia, sobresaliendo entre ellas la tan esperada Roma de Alfonso Cuarón rodada en México, como fuera de la justa, el último filme de Orson Welles dejado sin terminar a la muerte de esta figura del cine mundial y que se concluyó gracias al financiamiento de Netflix.
Fue justamente esta plataforma gigante de cine en video bajo demanda que se negó a permitir que películas como Roma, que ella distribuye, participara en la competición, puesto que no se quiere adherir a la nueva regla del certamen de que las películas seleccionadas deben tener el derecho de una distribución en salas en Francia y no solamente a través de streaming.
La controversia entre Netflix y los poderosos exhibidores franceses se originó justamente en Cannes el año pasado cuando dos películas de esta compañía se estrenaron en competición y no tuvieron exhibición en salas en el país galo.
Además, la decisión de Fremaux de cambiar la reglas del “juego” y decidir que los críticos y la prensa especializada no se beneficiarían ya durante el festival de las tradicionales funciones de prensa anticipadas, lo que originó airadas reacciones ya que las nuevas reglas dificultarían de manera sustancial la cobertura eficiente y temporal del certamen por los medios.
A las medidas anteriores se agregaron otras de menor alcance pero igualmente controvertidas, como la decisión de prohibir las selfies por los que cruzan la famosa alfombra roja que da acceso a la Lumiere, la prestigiosa sala principal del encuentro.
La razón, al igual que los cambios en la proyecciones para la prensa, reside de acuerdo a Fremaux, al deseo de preservar la imagen de marca del certamen y de proteger los cineastas y sus películas de las eventuales críticas negativas de la prensa haciendo coincidir las funciones de prensa con las del estreno de gala de las cintas.
Como si esto no era suficiente el festival se enfrenta a la posibilidad de “perder” su película de la clausura de gala, el muy esperado último filme de Terry Gilliam, El hombre que mató a don Quijote.
El conocido productor portugués Paulo Branco prohibió, después que Fremaux anunció la selección, que el festival presentara la película antes de que se resuelvan en la corte de apelaciones de París sus diferencias con el director de la cinta. Fecha del fallo de la corte: el 17 del mes, apenas dos días antes del cierre del certamen.
COMIENZA LA FIESTA DEL CINE FRANCÉS
La coproducción española-franco-italiana Todos lo saben, dirigida por el multioscareado iraní Asghar Farhadi (Una separación 2012, El comerciante 2017), se presenta en función de gala y en competición con la presencia de sus estrellas Penélope Cruz y Javier Bardem, quienes inauguran el tapete rojo por donde pasearán en los días que vienen figuras y estrellas del cine mundial.
Podría ser que estas últimas no serán tan numerosas en esta ocasión, ya que Fremaux optó esta vez por “abrir” la selección oficial y en competición a nuevos realizadores, debido quizá, a que las últimas películas de realizadores de renombre y habituales de Cannes, no correspondieron a las expectativas de acuerdo a los rumores que circulaban en París a lo largo del proceso de selección.
EL REGRESO DE LOS MAESTROS
Esto no impidió que un buen número de conocidos realizadores regresaran a Cannes y en competición como es el caso del veterano maestro franco-suizo Jean Luc Godard (El libro de imágenes), el coreano Le Chang-Dong (Quemando), el iraní Jafar Panahi (Tres caras), el japonés Kore-Eda Hirokazu (Ladrones ), el controversial estadounidense Spike Lee (El negro del clan), el chino Jia Zhang-Ke (La ceniza es lo blanco más puro), el polaco Pawel Pawlikowski (Guerra fría) y el turco Nuri Bilge Ceylan (El peral salvaje).
A Éstos se juntan otros realizadores conocidos en el panorama mundial, seleccionados fuera de competencia oficial, pero incluidos en sección Una cierta mirada y en la Quincena de Realizadores.
Entre ellos el ucraniano Sergei Loznitsa (Donbass), el norteamericano Ron Howard quien trae en función de gala especial Solo: A Star Wars Story, la última entrega de la saga de La Guerra de las Galaxias, el danés Lars von Trier quien regresa aquí con La casa que batió Jack después de siete años de haber sido declarado "persona no grata” a raíz de sus comentarios pro nazis; el español Jaime Rosales (Petra), el controvertido franco-argentino Gaspar Noé (Clímax) y el alemán Wim Wenders con el documental Un hombre de su mundo sobre el papa Francisco.
¿Y EL CINE LATINOAMERICANO?
El cine latinoamericano está escasamente presente en la secciones oficiales. Apenas unos cuantas cintas fueron consideradas. La coproducción franco-mexicana Un cuchillo en el corazón, de Yank González, es la única que figura en competición. El ángel del argentino Luis Ortega y Muere monstruo, muere de su compatriota Alejandro Fadel se estrenan en Una cierta mirada, mientras que El gran circo místico del brasileño Carlo Diegues está seleccionado dentro del apartado de Sesiones especiales.
Más importante se antoja la presencia latinoamericana en la Quincena de Realizadores donde se estrenan cuatro películas, entre ellas la coproducción colombiano-mexicana Pájaros de verano, de Cristina Gallego y Ciro Guerra (El abrazo de la serpiente, nominada a un Oscar en 2016) y la mexicana Cómprame un revólver, de Julio Hernández Cordón.
La notable presencia mexicana, a pesar de la lamentable “perdida" de Roma de Cuarón, se complementa con la presentación de Enamorada (1946) de Emilio El Indio Fernández en la sección Cannes Clásicos, además de dos películas en gestación dentro de Cinefondation; dentro de esta misma sección fue elegido el cortometraje mexicano Los tiempos de Héctor, del director Ariel Gutiérrez.
También se exhibirán una selección de trabajos en el Festival Morelia dentro la Semana de la Crítica y la presentación de varios Works in progress o sea películas en proceso de post producción, por el festival de Guadalajara y el de Los Cabos y por el mismo Imcine, que estará presente en su stand en el Mercado de Cine.
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