Erick Rubín es un hombre inquieto. Para él, la música es una necesidad, casi un instinto de supervivencia. Por eso, el confinamiento ocasionado por la pandemia de COVID-19 lo ha mantenido tan activo y creativo que decidió lanzar su primera canción como solista en una década: Aire y fuego.
En entrevista con El Sol de México, el exintegrante de Timbiriche asegura que, hoy más que nunca, la gente necesita “un bálsamo” para sobrellevar esta cuarentena, en la que pueden surgir pensamientos que no siempre resultan tan cómodos o positivos.
“Creo que no hay mejor momento para sacar esta canción porque el confinamiento nos vuelve más receptivos y las canciones funcionan como una catarsis en la que podemos sacar todo lo que traemos”, dice el músico.
Aunque el rock es el sello distintivo de la casa Rubín, en esta ocasión Aire y fuego retoma más atmósferas electrónicas y percusiones tropicales más cercanas al género urbano, convirtiéndose así en una canción única dentro del repertorio del compositor. “De pronto la gente me pregunta: ¿eres rock o pop? Qué importa, es música finalmente”, afirma.
Aunque todavía no hay fecha de lanzamiento del álbum completo, el sencillo ya se encuentra disponible en todas las plataformas de música por streaming.
Ante la cancelación de conciertos por temor a elevar la curva de contagios por coronavirus, Erick Rubín no se da por vencido y cree que la industria musical tendrá que adaptarse a los nuevos tiempos. Por ello, el músico adelanta en exclusiva que organizará un concierto en línea. “Daremos esta presentación en alianza con Farmacias del Ahorro y Colgate y regalaremos monederos electrónicos a los que más lo necesiten”.
“Tenía ya mucho de no trabajar como solista. Estuve muy clavado en los proyectos con el reencuentro de Timbiriche y con Sasha, Benny & Erick, pero en realidad hacer música siempre ha sido una necesidad para mí. Iba a empezar mi disco cuando llegó Chucho Rivas -un joven músico qué él impulsa- y dije: ahora sí tengo que retomar mi carrera solista. Vamos por buen camino”, cuenta Rubín.