En el Nueva York de inicios de los años ochenta bien podía bailarse en un mismo club una canción de Earth, Wind & Fire o de T-Connecion al tiempo que realizar negocios (para entonces) turbios como la pornografía o la apertura ilegal de espacios para el entretenimiento adulto.
Oeste es al menos es el reflejo que se observa en la segunda temporada de The deuce, serie protagonizada por James Franco y Maggie Gyllenhaal que este domingo estrenará a las 22 horas por HBO.
La serie regresa un año después de su estreno en televisión, pero la historia se retoma cinco años después de concluidos los primeros capítulos, en un ambiente donde “los libros son estúpidos”, pero las calles son las maestras para sobrevivir y ser grande.
Este producción creada por el ganador del Emmy, David Simon, y el dos veces nominado a este mismo galardón, George Pelecanos, regresa a la pantalla para presentar la historia de Vincent Martino, un exitoso gerente de varios lugares nocturnos respaldados por la mafia, y su hermano gemelo Frankie Martino, ambos interpretados por James Franco.
Los tiempos han cambiado y aunque la pornografía sigue siendo un negocio ilegal, la industria se encuentra en un importante crecimiento, cuyas ganancias y relaciones tienen una importancia por demás considerable.
Candy (Gyllenhaal) es el más vivo ejemplo, pues en esta época no quiere ser una directora de cine porno cualquiera, sino profesionalizarse, algo que en su tiempo era hasta de burla. Sin embargo, sus deseos por lograrlo la llevarán a explorar otros terrenos y codearse con otras personas que transformarán su desempeño en el negocio de la pornografía.
Con 8 capítulos, The deuce continúa retratando los barrios bajos y los negocios turbios de Nueva York pero con poca acción y con un ritmo lento en sus primeros dos capítulos. Muestra además a James Franco con un papel muy parecido en tono al de historias como King Cobra e incluso Spring Breakers. Mientras que Maggie Gyllenhaal ofrece una actuación discreta pero que poco a poco va tomando fuerza.