A Paco Ignacio Taibo II poco le preocupa el aniversario 87 del Fondo de Cultura Económica que se cumplió este año. Su atención está en cómo llegará el sello paraestatal al final del 2021 tras más de 18 meses de la crisis económica por la pandemia. Su esfuerzo se centra en recuperar las calles y con ellas a los lectores de a pie que aún no descubren el gusto por el libro, dice en entrevista con El Sol de México.
“Al perder la calle perdimos el impacto sobre los que podrían leer y no lo saben y no les hemos hablado. Nuestra intención en lo que resta del año es recuperar la calle, recuperar el contacto con lectores que no son los habituales, porque los lectores que van a las ferias, pues ya están captados, pero los que necesitamos capturar son los que están de paso, es necesario poner el libro en su camino”, apunta el director de la editorial.
Aunque no hay una receta para conquistar nuevos lectores, Taibo II asegura que la vía primaria es literal salir a las calles. Retomar la participación en las ferias de libro como la del Zócalo capitalino o la Internacional del Libro de Guadalajara, además, reabrir las librerías que por la pandemia permanecieron cerradas el último año.
En la estrategia para recuperarse, también se contempla la apertura de nuevas librerías en provincia y reorganizar las existentes. Las aperturas serán en Chicoloapan (Estado de México) y en Chihuahua que están por concluir la remodelación del espacio; mientras en Paracho (Michoacán) queda pendiente el convenio de colaboración con el gobierno municipal.
Otra estrategia será impulsar, con mayor ahínco, la campaña de promoción de la colección 21 para el 21 que consiste en repartir de manera gratuita dos millones cien mil libros sobre la historia de México.
“21 para el 21 está funcionando como una buena palanca, porque buscamos no sólo al lector que estaba ya ahí y que no tenía acceso a libros por problemas de pandemia o dinero, sino que creo que las campañas de promoción están funcionando en la búsqueda de un nuevo lector, principalmente adolescentes y adultos mayores, pues en la medida en que les ofrezcas una visión fresca, festiva de la lectura, jolgoriosa, se van ganando puntos”, refirió el también novelista.
En estadísticas, Taibo II considera que no le fue mal al FCE en la pandemia. Al cierre del año se habrán publicado 350 títulos y repartido más de 300 mil títulos de la colección conmemorativa; también se realizaron al menos 10 mil sesiones de salas de lectura y se trabaja en la apertura de tres librerías en provincia, además del reordenamiento de algunas tiendas que están dentro de museos o universidades.
“Así que el balance no es malo, pero hay que ver estos tres meses de recuperación, ver cómo las calles responden con tendidos de libros, con las ferias, ya salen de nuevo los librobuses y estamos pendiente de las campañas porque me preocupan las evaluaciones positivas, estas ocultan los problemas reales, y no están mal los números, pero hay que ver qué hay detrás y tener cuidado con no pasarse de positivo”, reflexionó.
Libros gratis
Una de las principales iniciativas de Taibo II frente al FCE es la colección 21 para el 21 que es parte de la conmemoración por los 500 años de la caída de Tenochtitlán y el bicentenario de la consumación de la Independencia de México. Esta serie consta de 21 títulos de autores mexicanos impresos en tirajes de 100 mil ejemplares de cada obra.
Se incluyen títulos como La revolución de Independencia, de Luis Villoro; Breve historia de la guerra con los Estados Unidos, de José C. Valadés; El libro rojo de la Independencia, de Vicente Riva Palacio y Manuel Payno; Noticias biográficas de insurgentes apodados, de Elías Amador, entre otros.
Se han repartido de manera gratuita más de 300 mil ejemplares de la colección y la idea es regalar dos millones cien mil libros de teatro, ensayo, crónica, historia y poesía. La colección tiene una inversión de 45 millones de pesos que se obtendrán del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado.
La primera entrega se ha hizo a miembros de las fuerzas armadas, clubes de lectura, becarios de Conacyt y estudiantes normalistas; ahora el objetivo es repartir las obras entre personas de a pie, acotó Taibo II al asegurar que no hay proyecto igual que ponga de manera masiva los libros en manos de los lectores.
“Las enseñanzas de la etapa de la pandemia no son malas, y claro que el lector digital crece pero en la consulta vinculado a los estudios, no tanto a la promoción de la literatura. La literatura por gozo es en papel”.