Roberto Gómez Bolaños a menudo se preguntaba por qué los pobres tienen más hijos que los ricos. Humorista al fin, llegó a la siguiente respuesta en su autobiografía, Sin querer queriendo (2006): “Lo malo es que la gente se la pasa todo el tiempo naciendo. O sea que va a llegar un momento en que ya no vamos a caber. Y cuando esto suceda, los que salimos sobrando somos los pobres, porque a los ricos casi no les da por nacer. Y es que los papás de los ricos tienen otras maneras de divertirse”.
En alguna ocasión le preguntaron a Rubén Aguirre —el actor que dio vida al Profesor Jirafales en El Chavo del 8— cuál era el mayor talento de Chespirito. Sin dudarlo, respondió: “Observar”.
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Y es que antes que humorista, libretista y actor, Gómez Bolaños era un ávido observador del acontecer diario. Sólo así, dicen expertos consultados por El Sol de México, pudo llegar a construir personajes tan universales. En la favela de Río de Janeiro, la villa de Argentina o el barrio de Ciudad de México, siempre hubo —y hay— un Chavo del 8, personaje que hoy cumple medio siglo de vida. El 20 de junio de 1971, Canal 8 transmitió el primer sketche de ese niño, que luego Televisa convertiría en uno de los programas más exitosos de la televisión mexicana.
“No se podría entender hoy la comedia en la televisión mexicana sin Chespirito: él sentó las bases de lo que es una comedia blanca, sencilla y sin pretensiones, y que reflejaba aspectos muy claros de la vida cotidiana”, dice Elías Solorio, productor de programas como Vecinos, La Familia P. Luche y XHDRBZ.
Cuando salió el primer episodio de El Chavo, el rating de Telesistema Mexicano (el antecedente de Televisa) cayó por los suelos. Toda la gente prefería sintonizar el Canal 8 para ver a Chespirito. Emilio Azcárraga Milmo lo sabía: debía convencer a Gómez Bolaños de unirse a su empresa. Su estrategia: pagarle el doble que en Canal 8 y ofrecerle un bono de 300 mil pesos. Una cantidad que Chespirito no había visto ni en sueños, pues antes de tener sus propios programas trabajaba como guionista de comerciales con sueldos bastante modestos.
Pero contrario a lo que Azcárraga pensaba, Gómez Bolaños dijo que no. Argumentó que ya tenía contrato con Canal 8 y no podía fallar a su palabra. Sin embargo, la polémica terminó rápido. El 1 de enero de 1973 nació Televisa a partir de la fusión de Telesistema Mexicano (Canal 2) y Televisión Independiente de México (Canal 8). El surgimiento de Televisa como emporio mediático siempre fue de la mano con el talento de Chespirito. "Entonces mis programas comenzaron a transmitirse por Canal 2 y los ratings subieron hasta las nubes", declaró el cómico en 2005.
La Ch fue como una cábala para Gómez Bolaños. Esa letra estuvo presente en casi todos sus personajes: El Chavo, El Chapulín Colorado, La Chilindrina, La Chimoltrufia, El Chómpiras, El Chanfle, El Dr. Chapatín, Los Chifladitos y Chaparrón Bonaparte. También en su argot: chiquitolina, chipote chillón, chanfle, chispoteo, chusma, chiripiolca, chancluda...
"Un ojo como el de Chespirito no lo tiene cualquiera. Logró la universalidad de sus personajes, algo a lo que aspiramos todos los que nos dedicamos a contar historias. En esos años no era fácil hablar de un padre soltero (Don Ramón) o una madre soltera (Doña Florinda). Eran los nuevos personajes de la nueva vida urbana de la Ciudad de México", señala Solorio.
El productor, locutor y actor Horacio Villalobos considera que el grado narrativo de las historias de Gómez Bolaños es muy alto. "Estaban tan bien contadas esas historias que sus efectos resonaron en muchos países. Le ocurrió como a Juan Rulfo con su Llano en llamas que, aunque era muy local, lo que escribía podían entenderlo en Suecia”.
Chespirito fue, sin embargo, un hombre de claroscuros. En los últimos años ha recibido críticas por varios de sus programas, incluido El Chavo del 8, el cual, dicen, romantiza la pobreza y la desigualdad. "Pero no podemos entender el pasado con los ojos de hoy", aclara Solorio.
El doctor en sociología e investigador de la UNAM Raúl Rojas Soriano, ha manifestado en entrevistas y conferencias que para él, los personajes de El Chavo exhiben una violencia que hasta el día de hoy se ha normalizado, como el bullying que ejercen todos sobre El Chavo, las burlas hacia las personas obesas como Ñoño o El Señor Barriga o la banalización de problemas como el machismo, la violencia doméstica o la pobreza.
"Es absurdo juzgar algo que se hizo hace 50 años con la mentalidad que tenemos hoy. Si seguimos haciéndolo, vamos a acabar con toda la cultura del mundo. No debemos perder de vista que la comedia se basa en el dolor y en situaciones que no son agradables en la vida real. El humor refleja condiciones reales pero que podemos entender de otra manera, no necesariamente para repetirlas, sino para corregirlas", concluye Solorio.
El sobrino de Díaz Ordaz
Gómez Bolaños también recibió críticas de sus propios compañeros, como Carlos Villagrán (Quico) y María Antonieta de las Nieves (la Chilindrina), quienes en su momento aseguraron que el comediante quería toda la atención para él, cuando en realidad los personajes ya tenían vida propia en cada uno de los actores. Incluso Villagrán se exilió varios años en Perú porque, según lo reveló a periodistas de ese país, estaba "vetado" de los medios en México por culpa de Chespirito.
Su lado político tampoco contribuyó mucho. El cómico que reflejó la orfandad de todo un continente era, también, un hombre de derechas. Su tío era el ex presidente Gustavo Díaz Ordaz Bolaños Cacho, a quien siempre se refirió como "un tipo simpático que cantaba muy bien y era muy bueno para contar chistes", según reveló el propio Chespirito en sus memorias. Y aunque siempre expresó que la política era "un mal necesario", la realidad es que en el 2000 y en el 2006, apoyó públicamente las campañas presidenciales de Vicente Fox y Felipe Calderón.
En 2012 su convicción por la derecha se mantuvo. En esa ocasión, llamó a votar por la panista Josefina Vázquez Mota en su cuenta de Twitter: “Siempre he vivido rodeado por mujeres. De mis seis hijos, cinco son hembras. Confío pues en las mujeres. Y me uno a los que votaremos por JVM”.
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Desde entonces, las redes sociales se volcaron sobre Gómez Bolaños, tildándolo de misógino y machista. Una imagen que ya tenía desde que protagonizó, años antes, campañas anti aborto.
En 2007, el creador de El Chavo se unió a la organización civil Dame Chance, la cual cuenta con el apoyo de grupos religiosos como Courage Latino, Damas del Socorro A.C., La Posada del Buen Samaritano, Loma, Grupos de Formación Integral Femenina Pio XII, Caballeros de Colón. Chespirito aceptó colaborar en esta plataforma para dar el siguiente mensaje en un spot de televisión: “Hola, soy su amigo Chespirito. Cuando estaba yo en el vientre de mi madre, ella sufrió un accidente que la puso al borde de la muerte. El médico le dijo: tendrás que abortar. Y ella respondió: ¿Abortar yo? ¡Jamás!... Es decir, defendió la vida: mi vida. Y gracias a ello, estoy aquí”.
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