Ni con los casi 30 años que Dave Grohl lleva al frente de Foo Fighters, ha dejado de gozar el sonido de un recinto lleno de fans que gritan eufóricos cuando él y su banda aparecen el escenario. Y sin duda lo comprobó está noche en el Foro Sol, al regresar a la Ciudad de México.
Con una pícara sonrisa, y sin dejar de ver a los 54 mil 800 individuos que se encontraban en la audiencia, el rockero se quedó en silencio durante casi un minuto, disfrutando de ese sonido que pareció poseerlo en cuanto comenzó "Times like these". "Va a ser una noche larga, hijos de perra", exclamó.
Su rostro se perdía de vez en cuando entre larga cabellera, pero la energía que emanaba de sí mismo al cantar "The pretender" impedía que se detuviera a despejar sus ojos. "¿Aman el rock and roll?, ¿Adoran el rock and roll?", repetía mientras Christian Lee tocaba un solo.
El show continuó con temas como "Learn to fly", "No son of mine", "Sky is a hood", "Shame Shame" y "Breakout", el cual dedicó a los "fans de la vieja escuela" que acudieron esta noche.
De pronto, Dave se detuvo nuevamente a observar a su público, y preguntó: "¿Quién no ha visto a los Foo Fighters?". Decenas de manos se elevaron por los aires, y desconcertado dijo: "¿Qué chin...? ¿Dónde habían estado en 26 años?".
Para el músico era inaceptable que hubiera gente que no había experimentado la emoción de verlos en vivo, así que advirtió que a él le agrada escucharlos cantar a todos, y los invitó a acompañarlo en "My hero".
Pocos segundos antes de terminar de cantar "These days", no pudo contener más la emoción, pidió a los demás hacer una pausa y gritó: "Cuánto los amo".
"Han sido dos años raros que pasamos en casa bailando solos. Pero esta noche no tienen porque bailar solos, hicimos un disco para bailar así. Esta noche deben bailar conmigo", dijo Dave, mientras improvisaba unos movimientos de baile con sus brazos, y comenzaba "Medicine at midnight".
Ya entrado en confianza, el vocalista encendió un cigarro, y comenzó: "Esta noche es una maldita celebración, de aquí en adelante tocaremos todo lo que podamos. Me gusta tu estilo Ciudad de México" .
Una bola disco apareció en lo más alto del escenario, y con una voz chillona Dave comenzó a cantar un cover de "You should be dancing" de Bee Gees. Antes de continuar, hizo una pausa para presentar a sus compañeros, y reconocer a las coristas, Barbara, Sam y Laura.
Para recordar sus días como percusionista de Nirvana, Dave cambió lugares con su baterista Taylor Hawkins para el siguiente tema. Emulando a Freddy Mercury, el músico declamó el iconico "Eeeeoooo", y procedió a cantar "Somebody to love" de Queen. Antes de terminar, Dave presumió sus dotes con la batería, e hizo un solo que pareció dejarlo sin aire.
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El largo repertorio que prometieron al inicio del concierto, estaba por llegar a su fin. "All my life", "No way back", "Run", "Wheels", "This is a call" y "Love dies young", la cual aclararon pocas veces tocan en vivo, marcaron la recta final.
Contrario a lo que se estila en otros conciertos, Foo Fighters no tienen la costumbre de abandonar el escenario y luego sorprender con dos canciones más. "Nosotros tocamos hasta el final del show", explicó Dave.
Y así, con la misma energía con la que llegaron, finalizaron con "Best do you", "Big me", "Monkey wrench" y "Everlong".
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