“Soy humano. No por actuar en importantes escenarios del mundo, soy más grande. Rechazo el egocentrismo”, dice Gahuer Carrasco, un joven cantautor brasileño apasionado de México que fusiona el bossa nova con la big band.
Gahuer proviene de Río Grande do Sul, frontera con Uruguay, el país charrúa donde nació su padre. Además de escribir canciones que le brotan del corazón, toca la guitarra con singular maestría. En entrevista, nos muestra un video en el que interpreta el Concierto de Aranjuez con la Orquesta Sinfónica del Estado de Hidalgo.
“Estoy en México más como persona que como artista, porque tengo ganas de estar aquí”, resuelve a una pregunta en particular, y agrega: “Soy sentimental y me mueve el contacto humano, tener amigos. De México me gustan su cultura y la calidez de su gente”.
Inspirado por los padres del cadencioso bossa nova, Joao Gilberto, Tom Jobin y otros grandes de la música brasileña, Gahuer ofrecerá un concierto el próximo 14 de agosto en El Lunario del Auditorio Nacional. Obvio, además de sus composiciones, brindará interpretaciones a clásicos como La chica de Ipanema.
Gahuer recuerda que en el pasado el propio Tom Jobin ofertaba bossa nova con big band en el Carnegie Hall de Nueva York, lo mismo que Frank Sinatra. Una fórmula musical muy atractiva. Y por supuesto que tiene hambre de aplausos. Y explica que el bossa, nacido de la mezcla del samba y el jazz, se volvió una música clásica porque “la música está en constante movimiento”.
Confiesa que uno de sus sueños es grabar un álbum con éxitos de Armando Manzanero, a quien admira. “Es que en casa mis padres siempre escuchaban sus canciones”. Y es que, también, a Gahuer le apasionan los boleros porque, además, es romántico, sabe de amores y desamores.
El artista brasileño ha grabado seis discos, entre ellos Sin límites, en el que incluye temas como El tiempo, Imprescindible, Deja todo y ven, Para ti, de su propia inspiración, así como Tus manos y de ti, del mexicano Paco Quiroz y el clásico Cry me a river, entre otros.