“Vamos a unirnos y a admirar, valorar lo que cada persona tenga independientemente el año que está registrado en acta de nacimiento de cada quien, 1961 aquí presente, no me importa eso no me determina y no me limita”, dice convencida Gloria Calzada quien recientemente publicó su segundo libro ¡La edad vale madre!.
Desde su punto de vista el discurso de la edad está mal direccionado, “está increíble la juventud, pero también está increíble la madurez: trae muchos regalos, es liberadora, te conoces muy bien, los sueños no se acaban, el amor no se acaba, las mariposas no se van y lo cierto es que las habilidades no se desvanecen”, asegura en entrevista con El Sol de México.
En su vida Gloria ha hecho de todo, comenzó a trabajar muy joven en televisión y el ritmo de su vida siempre fue tan acelerado que solo recuerda haberse hecho consciente de su edad a los 30 años, después de eso la edad no le preocupó y sigue sin preocuparle.
“Nunca le he puesto mucha atención pero cuando ves que todo el mundo está hablando del ruco y el chavoruco y el milenial, ¿por qué nos estamos haciendo esto? si fuese evitable, electivo o un sorteo el tema de envejecer se entendería, pero no lo es entonces porque le dedicamos tiempo energía y tanta cosa a algo que no necesita tenerlo”, explica.
De esta forma al libro lo componen consejos y reflexiones en torno a edad y lo que se puede hacer para mejorar la calidad de vida, como el cuidado del cuerpo, continuar con el proyecto de vida que se tiene, quitar los prejuicios y malos pensamientos en torno de la madurez, entre otras cosas, con espacios para hacer actividades, videos, sugerencias de libros, música y películas inspiradas en el trabajo de mujeres.
Aunque Calzada no buscaba darle una visión de género a la edad, es una realidad que al libro lo componen puras voces de mujeres, la de ella en primer lugar y la de varias mujeres reporteras y actrices que fueron invitadas a tener una participación en el libro.
“Yo le llamo visitas, a estas mujeres las admiro y me interesaba que me dijeran qué opinaban Lydia Cacho, Mónica Lavin y Ceci Suárez de la edad, les escribí y de volada contestaron y me dieron un texto que tal cual está en el libro, no les pedí ninguna descripción ni nada”, asegura la escritora.