HUELVA.- Con el objetivo de la emancipación de la mujer y de defensa de la diversidad sexual, la guatemalteca Camila Urrutia presentó en la 45 edición del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, sur de España, su película “Pólvora en el corazón” con la que compite por el Colón de Oro de este certamen y que espera pueda estar en salas comerciales de México pronto.
Pólvora en el corazón aspira al máximo galardón del certamen junto con otros ocho filmes, entre ellos la coproducción hispano-mexicana La maleta de Helios, dirigida por Javier Angulo y Nacho A. Villar, la mexicana Souvenir, dirigida por Armond Cohen y la coproducción de Cuba, México, Francia y Estados Unidos Elíades Ochoa, de Cuba y para el mundo, de Cynthia Biestek.
La película, según dijo la cineasta, “es una historia muy vinculada a mi vida, un fiel reflejo de lo que viven las mujeres en la ciudad de Guatemala. Un proyecto con el que he querido abrir un debate sobre las relaciones sociales, donde se hace una denuncia de un problema tan universal como es la violencia de género hacia la mujer, que es un tema preocupante en nuestro país por los altos índices de discriminación, pero también en otros muchos lugares del mundo”.
Pólvora en el corazón (Guatemala-España, 2019) narra el testimonio de Claudia y María, dos amigas que suelen deambular por las calles de Ciudad de Guatemala en moto y que, tras sufrir un ataque que cambia sus vidas, se cuestionan si ponen en marcha sus planes de venganza o si encuentran una salida pacífica al conflicto.
La directora sostuvo que uno de los valores más importantes de ‘Pólvora en el corazón’ es que muestra la realidad y por ello tiene como objetivo la emancipación de la mujer y la defensa de la diversidad sexual, “cuestiones a las que les hemos querido dar visibilidad en la película”.
Reivindicó el papel de la mujer en el cine, el cual está empezando, pero “estamos animando a las chicas a escribir, a juntarse, a perder el miedo, porque más allá de querer hacer una obra de arte para hacer una película hay que exponerse, exponerse a la crítica, hay que ser fuertes y lanzarse al agua y lograr que se decidan a contar sus historias a través de la cámara”.
Como cineasta lesbiana, hizo hincapié en que hay que poner el tema en la pantalla “ya que hemos sido invisibilizadas y ya no digamos que también somos blanco de violencia”.