El jurado del proceso contra Harvey Weinstein se enteró el viernes que el productor de cine contrató a un detective para investigar a mujeres que sospechaba de contar sus presuntas agresiones sexuales a periodistas.
El jurado escuchó asimismo el testimonio de la actriz nominada al Oscar, Rosie Pérez.
Dos meses antes del estallido del escándalo que en octubre de 2017 dio nacimiento al movimiento #MeToo, el ex titán de Hollywood envió un correo electrónico con una "lista negra" de personas que quería investigar a un detective privado, según contó éste al jurado.
La lista incluye decenas de nombres, algunos de ellos subrayados en rojo para indicar las personas que más preocupaban al productor.
Incluían los nombres de las actrices Rose McGowan, que según Weinstein intentaba chantajearlo, y de la actriz de Los Soprano, Annabella Sciorra, que el jueves prestó testimonio sobre su presunta violación a manos del acusado.
El exproductor de cine puede ser condenado a una pena máxima de cadena perpetua si es hallado culpable de violar a la actriz Jessica Mann en 2013 y de agredir sexualmente a la exasistente de producción Mimi Haleyi en 2006.
El investigador Sam Anson contó al jurado de la corte penal estatal de Manhattan que recibió el correo electrónico de Weinstein el 17 de agosto de 2017, pero no siguió sus instrucciones.
Anson, que ahora trabaja para la compañía Guidepost Solutions, con sede en Los Ángeles, pero entonces trabajaba en su propia empresa, testificó que también tuvo una conversación telefónica con Weinstein por esos tiempos.
"Dijo que existía preocupación de que estos artículos que estaban siendo escritos sobre él describieran su conducta sexual de forma negativa", recordó.