Murió ayer Edith González, a los 54 años de edad, víctima de cáncer. Su familia decidió desconectarla de los aparatos que la mantenían con vida, luego de recaer tras la penosa enfermedad que la atacaba desde 2016, cuando la actriz anunció la funesta noticia. México la llora y la despide con admiración y cariño, pero también con un profundo dolor en el alma.
Edith se encontraba internada en un hospital de Interlomas donde ya no pudo recuperarse. El cáncer de ovario la fue minando rápidamente en las últimas dos semanas hasta que sufrió muerte cerebral y perdió la batalla. La bella mujer se fue sin dolor, en paz y rodeada por sus seres queridos.
Fue su colega, la actriz Leticia Calderón, quien la despidió en redes sociales con un sentido mensaje: “Güera te vamos a extrañar! No hay dolor más duro que el que está sintiendo mami a la cual abrazo con mucho cariño”, escribió. Entonces, la noticia se propagó rápidamente.
Más tarde, a través de un comunicado enviado por el esposo de Edith, Lorenzo Lazo, se confirmó la especie: “Tuvo un súbito deterioro de su salud”; y destacó que “hasta el último momento se mantuvo activa en su trabajo teatral y televisivo, con el profesionalismo y la pasión que siempre la caracterizaron”.
La intérprete de Bianca Vidal, Los ricos también lloran, Doña Bárbara y otras telenovelas, inició su carrera a los cinco años de edad en su natal Monterrey, de donde su madre, doña Ofelia, la trajo a la Ciudad de México buscando encaminarla hacia el éxito… y lo consiguió, en base al esfuerzo, la dedicación y el talento de la niña.
Es cierto: Edith González era una chiquilla cuando doña Ofelia la traía a la redacción de El Sol de México solicitando una entrevista. Y eso sucedía muy a menudo. Luego nos encontrábamos con ambas en Imevisión (hoy TV Azteca) donde la pequeña actriz actuaba en el semanal Canasta de cuentos mexicanos. Después, más crecidita, vendría su paso a Televisa donde desarrolló una etapa muy importante de su carrera actuando en telenovelas.
Títulos como Salomé, Monte Calvario, Soledad, Corazón Salvaje y El hogar que yo robé, entre otros más, la proyectaron en el gusto del público, pero Edith también realizó carrera en el cine actuando en películas como Trampa infernal, Salón México, Central camionera y, además de teleseries como Mujeres asesinas y Mujer, casos de la vida real.
Sin embargo, otro de los grandes triunfos en su brillante trayectoria artística fue su interpretación de Elena Tejero en el musical Aventurera, a donde la llevó Carmen Salinas con gran éxito al debutar este musical mexicano en el que permaneció Edith durante dos temporadas (1997-1998 y 2005-2008).
Así, aquella actriz infantil fue madurando y creciendo a pasos agigantados luego de cursar estudios de danza, actuación, mímica y ballet en academias de París, Londres y Nueva York, al tiempo que desarrollaba una intensa actividad en el cine y la televisión, hasta que en 2004 debió abandonar la telenovela Mujer de madera, pues estaba embarazada. Su hija Constanza, producto de una relación con el político panista Santiago Creel Miranda, nació el 17 de agosto de ese mismo año.
Más tarde viajó a Colombia para protagonizar Doña Bárbara, el clásico de Rómulo Gallegos, para Telemundo, considerando la crítica que fue el papel más importante de su carrera.
Edith contrajo matrimonio el 24 de septiembre de 2010 con el empresario Lorenzo Lazo Margáin y el 17 de octubre de ese mismo año anunció su cambio a la televisora del Ajusco, en cuyas pantallas se le vio por última vez hace unas semanas en el panel de jueces del concurso de moda Este es mi estilo.
La bella rubia de ojos azules participó en 36 telenovelas y una veintena de películas, además de series como Papá soltero, y una docena de obras teatrales entre las que destacan Gipsy, Gigí, Magnolias de Acero, Los árboles mueren de pie y Un día particular, entre otras.