Rumbo al 8 de marzo, conversamos con mujeres de distintos campos del entretenimiento acerca de los retos que enfrentan profesionalmente. Hoy, Michelle Rodríguez, actriz, standupera y cantante que participa en el Chicago, el musical y ha formado parte de otros montajes como Los Miserables; actúa en la serie 40 y 20.
¿Qué significa ser mujer en tu ámbito profesional?
Creo que los hombres que están alrededor mío se han vuelto más empáticos. Aunque hay quienes siguen pensando que las mujeres exageramos, que todo dramatizamos y en el ámbito de la comedia ligeramente dicen “que no hay buenas comediantes mujeres y que las mujeres no dan risa”.
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¿En algún momento te has sentido discriminada por ser mujer dentro de tu trabajo?
Sí, no sólo en el trato. Una de las experiencias más frustrantes que he sentido fue cuando en una producción, en una obra con dos personajes yo ganaba mucho menos que el compañero que hacía mi pareja, muchas veces pedí un aumento y jamás sucedió.
¿Y de qué manera lo enfrentaste?
Hablé varias veces con el productor para solicitar un aumento, nunca sucedió, sus argumentos no tenían fundamentos, simplemente minimizaba mi carrera y mi petición, mintiendo diciéndome que “ni (el nombre de otro compañero) ganaba más que lo que él me ofrecía. Lo cual yo sabía que no era cierto. ¿Qué hice? Malamente aguanté muchos años, porque me gustaba la obra y porque necesitaba el trabajo. Aprendí que necesitamos valorar lo que hacemos y defender nuestras necesidades con firmeza. Después me fui y no pienso trabajar con ese señor nunca más.
¿Ha cambiado algo en favor de la equidad?, ¿cómo lo percibes?
Definitivamente, aunque hay mucho camino que recorrer en la sociedad. Vamos poco a poco, las mujeres nos estamos re programando y muchos se están uniendo haciendo conciencia y siendo congruentes con sus actos. No es sólo apoyar desde la palabra, hay que cambiar patrones y muchos ya lo hacemos haciéndolo.
¿Quiénes han sido las mujeres referentes en tu ámbito como inspiración?
Me siento orgullosa de decir que estoy rodeada de gente muy amorosa, empática y congruente con su hacer y decir. Mis inspiraciones son Regina Blandón, Marcela Lecuona, Myr Ramírez, Manunna, Verónica Toussaint, Mariana Garza, Monica Huarte, Joserra Zúñiga. De los primeros que me vienen a la mente son hombres y mujeres que dan voz y visibilidad, que actúan para generar cambio y que caminan con paso firme.
¿Qué propuesta tienes para abrir caminos hacia la equidad de género en tu ambiente profesional?
Ser congruente con lo que hacemos y decimos es fundamental, no se trata de decir cosas bonitas o de discutir en redes sociales, el verdadero trabajo personal es cambiar los patrones preconcebidos. Creo que entre más hablemos sobre esto, mientras más lo hagamos visible y dejemos de normalizarlo, la gente notará lo que está pasando y habrá quien empiece a cuestionarse y así generar movimiento y cambio de conciencia. Hay muchas maneras de comunicar desde el amor, sin exigir y sin violentar. La comedia, las historias que contamos, lo que hablamos con la gente que nos rodea y ser firmes en nuestras decisiones.