El escenario del Teatro Helénico, se convirtió en un gran altar donde la actriz Julia Varley, ofrendó mediante el espectáculo unipersonal, Ave María, una ceremonia para la actriz María Cánepa, con una muestra de histrionismo excepcional por parte de la inglesa.
El espacio de avenida Revolución estuvo lleno en su totalidad. Se trató de la primera de las dos funciones de la puesta en escena que el director Eugenio Barba, también encargado de la dramaturgia, incluyó en su reciente visita a México que también le sirvió para dar una clase magistral sobre su quehacer escénico.
Pero en esta ocasión, fué Varley, integrante desde 1976 de la agrupación danesa Odin Teatret, dio muestra de un dominio escénico con el personaje de la Muerte como interlocutora de la existencia de la chilena de quien contaba momentos especiales y los textos también se nutrieron de la relación epistolar entre Eugenio, Julia y Juan Cuevas, esposo de María Cánepa, quien estas cartas se divisa el amor entrañable que la pareja prodigó hasta sus últimos días y el humor vivaz que nunca pudo borrar su enfermedad, Alzheimer.
Además, se incluyeron citas de Gonzalo Rojas y Pablo Neruda por lo que el monólogo resultó una celebración a las palabras con expresión corporal y recursos escénicos que lo avivaron y poblaron de emotividad.
La visita de Eugenio Barba a México concluye hoy, con dos actividades en el mismo recinto: la clase magistral Pensando en acciones y la presentación del libro La luna surge del Ganges: mi viaje a través de las técnicas de actuación asiáticas, con los comentarios de Antonio Zúñiga y Jaime Chabaud.