Stella, Ramón, Auggie y Chuck, son un grupo de amigos que se verán forzados a resolver el caso de las misteriosas muertes que suceden en Mill Valley. Una casa embrujada, la leyenda de una joven torturada y un libro con historias macabras que revela los miedos más íntimos de quien lo lee, son todo lo que tienen para resolverlo.
De eso trata Historias de miedo para contar en la oscuridad, la última película del noruego André Øvredal, en la que trabaja al lado del prolífico cineasta mexicano Guillermo del Toro.
"Jangly Man", la nueva criatura de Guillermo del Toro
La cinta está basada en el libro del periodista y escritor estadounidense Alvin Scharwtz y sobretodo en el trabajo gráfico del ilustrador Stephen Gammell, cuya obra fue una gran inspiración para el ganador el Oscar en su adolescencia.
Debido a ello, se llevó a cabo un minucioso trabajo de animación, en el que se evitó el uso de la tecnología CGI, imágenes generadas por computadora, para mantener la esencia del trabajo de Gammell, pues una de las intenciones del jalisciense era el poder darle vida a los personajes imaginados por el ilustrador.
Aunque el libro es una antología de pequeños cuentos, la película fue organizada como una sola narrativa en la que se exponen solo algunos de ellos. “Es una película para adolescentes sobre la infancia en una época en que las cosas cambiaron para siempre, 1968 y 1969. El final de la infancia en muchos aspectos, un momento crucial para Estados Unidos”, asegura Guillermo del Toro en los comentarios de la producción.
La idea principal era que el mexicano fuera el director, pero por cuestiones de tiempo se vio obligado a elegir a un cineasta que llevara a cabo su petición y optó por el autor de Throllhunter, convirtiendose así en el productor y guionista de la obra.
La película tiene como líder a Stella, una joven inteligente que espera convertirse en una escritora cuyo destino es marcado a partir del encuentro con un libro capaz de adivinar los más profundos miedos de las personas perteneciente a la fallecida Sarah Bellows.
“Normalmente estas historias se centran en un grupo de chicos con una secuaz que es una niña. Quería darle un giro y convertirla en una líder”, asegura.
Aunque la película es catalogada en el género de horror, una de las intenciones de ambos creadores era conservar el propósito original de la antología de Scharwtz, cuyas historias estaban dirigidas a los niños, además de que del Toro está convencido de que es necesario mostrarle a los jóvenes la oscuridad, para que también puedan conocer la luz. Tanto del Toro como Øvredal se encuentran abiertos para realizar una secuela de la película, todo depende del recibimiento que tenga.