Frida Vallejo Badager, hija de Guillermo y Martha Vallejo, los empresarios de las caravanas artísticas que recorrieron todo el país, fue la anfitriona del encuentro con los herederos de los cantantes y actores que forjaron durante 26 años el espectáculo en vivo en México (de 1956 a 1982.
La Caravana Corona. Ídolos del Pueblo, es una exposición fotográfica y de audio con la narración del actor Humberto Elizondo, que muestra prendas y accesorios, enmarcadas por más de 80 canciones con la curaduría de la Fonoteca Nacional, en las voces de los ídolos que por casi tres décadas iban de pueblo en pueblo para darse a conocer físicamente cuando ya eran escuchados por la radio o vistos en las películas.
Juan Carlos Bonet, nieto de Ofelia Guilmain, secretario ejecutivo del Sistema de Apoyos a la Creación y a Proyectos Culturales, en representación de Alejandra Frausto, secretaria de Cultura; inauguró la muestra que se exhibe en el Museo Nacional de Culturas Populares.
“Yo también provengo de una familia de juglares, de declamadores de poesía y teatro en los campos de guerra en España, y luego ya de migrantes en México. Sé de ir de un lugar a otro en escenarios diversos”, confió Bonet.
Lo flanquearon María Esther, hija de María Victoria, María Elena Leal, en representación de Lola Beltrán; Gabriel Solís descendiente de Javier Solís, así como las hijas de Las Hermanas Huerta.
Antes de la inauguración y recorrido en la exposición, Humberto Elizondo dijo en conferencia: “Me inicié muy chico como animador en Las Caravanas Corona. Ahí conocí a los grandes boleristas como Fernando Fernández, a los cantantes de ranchero como José Alfredo Jiménez, Lucha Villa, Lola Beltrán, Marco Antonio Muñoiz, Eulalio González Piporro, Fernando Casanova, Los Tres Diamantes, Hermanas Huerta, César Costa.
“Los grandes comediantes Viruta y Capulina, Manolín y Shilinsky, mantequilla, Manuel Loco Valdés, Pedro Weber Chatanuga y por supuesto a mi señora madre Fanny Kauman, Vitola”.
Mary, la hija de María Victoria, que su madre, en una ocasión que caminaba ya en el lugar del show con Toña La Negra, “y alguien le pellizcó una pompa y ella preguntó quién lo hizo; después de varios minutos, una señora asumió que fue ella, le dijo que fue sólo por curiosidad de saber si como artistas eran de verdad, de carne y hueso”.
María Elena Leal, contó que ella iba en las caravanas con su madre, Lola Beltrán y que cuando las cantantes bajaban del autobús, “sus rostros y sus pestañas tenían polvo que iban levantando en el camino, porque iban a sitios donde no había carreteras.
“Además cuando cada una iba a subir al escenario, nosotras las mujeres teníamos que cubrir las ventanas con telas o ropa para que el público no viera que se estaban poniendo su vestuario de gala”.
Frida Vallejo comenta que había domingos que “todos los artistas o la mayoría llegaban a mi casa. Yo los veía ya como mis tíos, parte de mi familia. Algunas cantantes le llevaban a mi papá romeritos u otras nopales y él los congelaba para después compartirlos con su elenco que iba en las caravanas”.
Informó Frida como coordinadora de la muestra, que es “un homenaje para todos ellos, que ya no están, a quienes llevaron mucha alegría a los mexicanos por medio de canciones y sketches. Esperemos que todos estén allá en el cielo, porque sí se lo merecen”.
Paloma Jiménez Gálvez, ahijada del matrimonio Vallejo, también agradeció el gran cariño que le tenían a su papá José Alfredo Jiménez, quienes además de ser paisanos, se hicieron compadres.
“Yo a diferencia de María Elena, no fui a las caravanas. Mi papá decía que no era para niñas. Sin embargo, cuando regresaba a casa mi papá, siempre lo veía mejor que la vez anterior. Al paso del tiempo, su sentir como artista iba en ascenso y eso nosotros lo veíamos en su rostro y en su carácter”.
Francisco Domínguez El Abuelo, pianista original de Los Rebeldes del Rock, confió que se inició de animador en las caravanas Corona y luego formó parte como músico de la agrupación en la que perteneció Johnny Laboriel.
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Entre otras personalidades estuvieron Margarita Sosa encargada de Conservación y Documentación Sonora de la Fonoteca Nacional, quien confirmó que dicha institución fue la curadora de las poco más de 80 canciones interpretadas por los artistas que hicieron toda una época en las caravanas de los Vallejo.
También acudieron Jesús Antonio Rodríguez Aguirre Frino, de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, y Yessica Morales Vega, directora del Museo Nacional de Culturas Populares, quien agradeció la presencia de los herederos de los artistas que son recordados también en un libro editado en 2005.