A Jay de la Cueva le llevó 32 años lanzarse como solista, cuando erradicó los miedos que esto le implicaba en torno a los riesgos como artista único en escena. Hoy de nueva cuenta se siente vulnerable, ante el duelo por la reciente pérdida física de su madre, a quien llama cariñosamente Lolita.
“En estos momentos estoy con la sensibilidad a flor de piel”, expresó el cantante, visiblemente emocionado, con sentimientos encontrados al anunciar que por primera vez actuará en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, y el fallecimiento de su madre.
Jay presentará en vivo el próximo 25 de octubre las canciones de su álbum digital homónimo, como parte de gira “Desayuno americano” en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, anunció en conferencia.
Precisó que “hoy dignifico a las personas mayores, sobre todo a mis padres por toda la libertad, el amor y el cariño que me dieron como hijo único, al dejarme tomar mis propias decisiones desde muy pequeño”.
En esa etapa solista, quiere ir sin presiones. “Tal vez debería ir más rápido, pero voy a mis tiempos, al ritmo de la música que voy construyendo y aún siento vértigo, porque no cuento con la infraestructura de todas las bandas a las que pertenecí, que son empresas enormes e increíbles generadoras de ilusiones, pero también generadoras de un gran negocio.
“Ahora me permito hacer música que llegue a recibir regalos del público, que nada tienen que ver en estilo y sonido cuando fui parte de bandas”, detalló.
“Desayuno americano” contiene temas como el que la a título, y otros como “Volver a ser”, “Una historia sin final”, “Perdóname”, “Problemas con la ley”, “Tokyo” (el primer corte digital) y “Más adelante”.
De la Cueva reitera que ahora lo que busca es seguir aprendiendo y experimentando, pues le queda mucho por recorrer. “Que en mí no existan límites musicales, quiero seguir publicando música, seguir jugando y explorando distintos géneros, por eso para este álbum no quise contar con colaboraciones, para no tener distracciones”, señaló el artista, que recientemente presentó el documental “Traidor”, del cineasta argentino Andy Caballero, en el que aborda la relación con su padre, el músico Javier de la Cueva y habla abiertamente del alcoholismo de éste.