Conquistó el cine de acción a base de patadas de karate, aperturas imposibles de piernas y puñetazos a diestra y siniestra.
“El Músculos de Bruselas” nació en la capital belga, concretamente en Berchem-Sainte-Agathe, el 18 de octubre de 1960. Jean-Claude Camille François Van Varenberg, que es su verdadero nombre, comenzó en el mundo de las artes marciales siendo un niño, con 11 años, de la mano de su padre.
▶️ Mantente informado en nuestro canal de Google Noticias
A los 12 años, según el portal de famosos IMDb, continuó con su entrenamiento en el Centro Nacional de Karate. Tras cuatro años, alcanzó el equipo nacional.
Cuando cumplió la mayoría de edad ya tenía experiencia en combates y siguió compitiendo hasta principios de la década de los ochenta. En esa época decidió mudarse a Estados Unidos y, sin saber inglés y unos pocos miles de dólares en el bolsillo, se instaló en Los Ángeles, sin saber que estaba llamado a convertirse en una estrella cinematográfica.
Mientras encontraba su camino a la fama, encadenaba castings con trabajos temporales que le iban saliendo. Uno de ellos fue el de portero en el bar del archipopular Chuck Norris, en Long Beach. “No tuve ninguna pelea, gracias a Dios. Tenía labia, fui simpático y no hubo ningún incidente”, dijo el actor a The Hollywood Reporter en 2019.
Van Damme apareció en títulos como Missing in action, de 1984, y protagonizada por el propio Norris; No retreat, no surrender, de 1986; y Blood sport, en 1988, en cuyo cartel se le veía en plena patada voladora.
Según cuenta el Hollywood Reporter, esta película resultó ser tan mala que le pidieron que volviera a rodarla. Así lo hizo, y la nueva versión fue exhibida en una sala de Nueva York. Tuvo buena acogida, la cinta se salvó de acabar directamente en formato VHS y Van Damme se encaminó hacia el estrellato.
A este título le siguieron otros como Cyborg, de 1989; Lionheart, de 1990, o Doble impacto. En 1992 rodó Soldado universal y en 1994 Timecop, los títulos que más fama le dieron.
UNA PELEA CON VLADÍMIR PUTIN
La vida privada de Van Damme, quien desde 1984 a 1997 se casó y divorció cuatro veces, sus gustos, sus opiniones en ciertos temas y, en ocasiones, sus salidas de tono, han hecho que en internet corran historias de todo tipo sobre su vida.
Tal vez uno de los que más ha llamado la atención del público fue un episodio de una pelea con el actual presidente ruso, Vladímir Putin. El propio actor confirmó al medio estadounidense que era verdad.
Por lo visto ambos se emplazaron para una pelea a la que llegó vestido de forma casual, mientras Putin había acudido en traje. En mitad de la pelea, el actor quiso coger el cacao labial que siempre lleva en una bolsa y toda la seguridad del presidente se le echó encima pensando que tenía una pistola.
Otra de las historias alrededor del actor es la de su rechazo al primer papel que interpretó. Fue en un mediometraje llamado Mónaco forever, grabado en 1984, en el que daba vida en una breve aparición a un karateka gay.
En un programa de la televisión francesa, además, el actor se refirió al matrimonio homosexual en términos poco respetuosos y dijo que el papel de la mujer en la familia es el de encargarse de la casa y la crianza de los hijos.
Otro de los episodios oscuros en la carrera del actor fue su adicción a la cocaína. En 2018, el director de Street fighter, Steven de Souza, contó a The Guardian algunos detalles del rodaje. Uno de ellos estaba relacionado con el uso de esta sustancia por parte de Van Damme. “No podía hablar de eso en ese momento, pero ahora puedo: A Jean-Claude se le fue la cabeza por la droga”, dijo.
Según publicó el medio británico, en un momento de la década de los noventa su consumo llegaba a los 10 gramos al día y a un gasto que llegaba hasta los 10 mil dólares a la semana.
Finalmente Van Damme habló sobre su adicción en 1998 a la revista Entertainment Weekly.
Ahora, ya recuperado, no ha dejado de trabajar, siendo sus últimas apariciones en la gran pantalla We die young y Falconman de 2019, y en 2018 filmó Lukas, en todos ellos interviniendo como protagonista.