Como una fiesta que busca la celebración del amor y la vida es como John Cameron Mitchell describe su espectáculo, The origin of love tour, producción que se presenta esta noche en el Auditorio Blackberry. Se trata de un espectáculo inspirado en su ópera prima como cineasta Hedwig and the angry inch por la que recibió una nominación al Globo de oro.
Esta cinta, estrenada en el Festival de Sundance en 2001, se volvió una obra de culto para los amantes del glam y del rock, pues presenta la historia de Hedwig, una mujer transgénero proveniente de Alemania que lidera una banda de punk-rock cuyo éxito derivó en sus interpretaciones musicales Sugar Daddy, Angry Inch y The origin of love que da nombre a la gira.
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“Más que un festejo sobre la historia es una celebración con los fans por lo que significa esta trama. En realidad se trata de una fiesta… es más bien un show de rock, con tres miembros en la banda musical que vincula elementos de la historia con la música”, adelantó el artista en entrevista telefónica.
John Cameron Mitchell admite que realizar esta adaptación musical, que después de su estreno en cine se montó en teatro, es también una liberación artística propia. “Es más divertido que hacer un musical porque puedo hacer y decir lo que quiera, hablar de esta sensación de libertad que nunca sentí en teatro. Creo que una de las razones por las que hice esto fue para liberarme de la religiosidad del escenario”, admitió.
Además de los exuberantes vestuarios y el detallado maquillaje que lleva alrededor de hora y media para realizar, John Cameron Mitchell considera que este proyecto es una oportunidad para que los asistentes recuerden y reflexionen sobre las aportaciones que un producto así puede ofrecer.
“Parece que son unos lentes para ver el mundo mejor, eso es lo que hace el arte, permite lucir las cosas más claras, lo que es importante para nosotros, la complejidad de la vida, de la belleza. Tenemos que liberar las emociones para seguir adelante, necesitamos que la música abra nuestra empatía, libere las emociones para seguir adelante”, señala.
En un contexto donde algunos países apoyan los matrimonios igualitarios y otros los criminalizan, presentar este espectáculo es también un modo de lucha contra la homofobia. “En el pasado me forzaban a estar en el closet por esa razón, pero resistí y siempre fui muy abierto. Lo hacía para recordarle a la gente que el género es algo natural, es parte de la complejidad propia de la vida. La gente es así, compleja”, detalla.
Aunque el eje de la obra se rige por una mujer transgénero, Mitchell refiere que este no es un espectáculo dirigido exclusivamente a la comunidad LGBT+. “Sorprendentemente mucha gente puede relacionarse tanto de diferentes países, géneros, sexualidades como de edades”, enfatiza.