Un imperioso silencio inundó el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes mientras las puertas de la sala principal se abrían. Los primeros acordes de La Nave del Olvido comenzaron a sonar y José Joel, Marysol Sosa y Anel Noreña bajaron las escalinatas del recinto, daban paso a un féretro dorado, donde estaban los restos de José José, quien ayer recibió un homenaje póstumo en este recinto.
Los aplausos no tardaron en llegar, mientras la melodía interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por Enrique Ramos, incrementaba la emoción de los asistentes que desde temprana hora se dieron cita para rendir honores a El Príncipe de la Canción, quien murió el 28 de septiembre en Miami y que tras 11 días pudo regresar al país.
“¡El príncipe es de México!” se escuchó una voz femenina que provenía del grupo de fanáticos que se formaron a primera hora para despedirlo. “¡Sí se pudo!”, fue el otro grito que se repitió en varias ocasiones, mientras los seguidores del cantante pasaban frente al féretro y mostraban apoyo a su familia.
Regálame esta Noche y El Triste, fueron otros temas que los músicos interpretaron mientras la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; la secretaria de cultura federal, Alejandra Frausto y el secretario de cultura de la Ciudad de México, Alfonso Suárez del Real, hicieron la guardia en honor al intérprete.
A ellos se sumaron personalidades del espectáculo y amigos de José José. Entre las primeras que se pusieron de pie estuvieron las cantantes Lucía Méndez y Dulce, quienes se acercaron al féretro para dedicarle unas palabras.
Le siguió el actor Alex de la Madrid, visiblemente emocionado por la muerte de José José, de quien conoció de primera mano anécdotas y experiencias de vida que le permitieron interpretar al cantante en su serie biográfica.
El actor José Luis Cordero Pocholo, la productora teatral y amiga del cantante, Tina Galindo, quien lo ayudó en sus problemas de adicción. Emmanuel y Laura Núñez, su asistente durante muchos años, así como representantes de Sony Music, disquera a la que pertenecía el intérprete, fueron otros allegado que también montaron una guardia de honor junto al féretro del cantante.
El ensamble de la Escuela del Mariachi Ollin Yoliztli también recordó la música del Príncipe de la Canción interpretando Almohada, 40 y 20 y Tu primera vez, mientras los fans que desfilaban seguían cantando los temas uno a uno.
Luego de tres horas, el Mariachi y Coro del Ballet Folklórico de México interpretaron Las golondrinas para despedir a José José, cuyo féretro fue retirado alrededor de las 13:05 horas con un minuto de aplausos, organizado por su amigo Jorge Ortiz de Pinedo, quien llegó después del mediodía.
DE VUELTA A CASA
En el parque de la China, en la colonia Clavería, miles de fanáticos ya esperaban frente a su estatua la llegada de José José. Era el regreso al barrio que lo vio crecer y con ese sentimiento de pertenencia, sus vecinos le rindieron un tributo que después se convirtió en una fiesta popular.
Nuevamente los gritos de “¡Sí se pudo! ¡Sí se pudo!” le dieron la bienvenida a los hijos del cantante, quienes agradecieron a los asistentes. “Estamos reunidos como familia. Gracias por tanto y tanto amor. Mi papá está gozando en el cielo”, dijo José Joel, quien interpretó Ya lo pasado, pasado a insistencia del público.
Fueron escasos 20 minutos los que la carroza estuvo en este lugar. Pero eso no bajó la emoción de los presentes, quienes se quedaron cantando y contando anécdotas recordando al Príncipe de la Canción, incluso algunos se quedaron soportando la lluvia que cayó momentos después.
Las calles aledañas fueron cerradas para facilitar los accesos. Algunos locales permanecieron cerrados, mientras que otros aprovecharon la multitud para vender aguas, helados o golosinas para el momento.
El cortejo fúnebre siguió su camino hacia el Panteón Francés de Legaria, donde el cantante fue sepultado al lado de su madre, Margarita Ortiz, tal como era su voluntad.