Con sólo 23 años de edad y sin ningún tipo de estudio cinematográfico previo, Juan Daniel García Treviño ya ha sido ovacionado en Cannes, cuenta con un Premio Ariel, está nominado para la edición 65 de los de la Academia Mexicana y está próximo a debutar como productor de su propio cortometraje, titulado Azul.
“Es un corto de ciencia ficción, que habla del tema de los buscadores”, adelanta en entrevista con El Sol de México acerca del filme que pretende estrenar la Berlinale, el año próximo.
“Es una ficción que se usa para retomar distintos temas sociales en México. Es un trabajo de mucha acción, hay robots, estamos coproduciendo con banda que trabaja en Marvel, nos están apoyando para meterle el diseño de producción, efectos especiales, visuales. Queremos sacarlo este año o el próximo y creo que iremos a Berlín”, indicó.
En este proyecto, García Treviño utiliza distintas herramientas de Inteligencia Artificial para el desarrollo del mismo. Éste tendrá una duración de 20 minutos y su rodaje se llevó a cabo en la Península de Yucatán.
AL SON DEL ACORDEÓN
El instrumentista aseguró que continuará con sus proyectos musicales en paralelo a su camino en el cine, a poco más de tres años de su debut.
Creció en una familia de músicos, por lo que, inevitablemente, comenzó a adentrarse en este rubro, pero la vida le tenía preparado otro destino, no tan alejado de la música.
“Mi infancia fue bien chida, me la viví haciendo un chingo de música, sin ir a la escuela, viviendo en el barrio, en las montañas, yendo a los ríos. Ya existen todos los temas sociales del México sangriento, oscuro, pero me gusta contar mi historia desde cómo la viví yo, la viví chido, aventurándome y creando historias”, dice el originario de Monterrey, Nuevo León.
Una noche, todo cambió. Mientras apoyaba como acordeonista para abrir un show de Celso Piña, una persona que trabajaba en el equipo de casting para la cinta Ya no estoy aquí lo descubrió; lo invitó a que realizara algunas pruebas y fue elegido para protagonizar el filme por su talento nato.
“Unas personas que trabajaban en la agencia BM Casting fueron los que me encontraron en Monterrey, en un evento de música y cuando terminamos esa película del director Fernando Frías, él me regaló una cámara, entonces yo seguí entrenándome.
“De pronto en BM Casting me dijeron que necesitaban a alguien que hiciera fotos y fue que me vine acá a México a trabajar como fotógrafo, en 2019, un poco antes de la pandemia”, expresó el actor.
El rodaje de su cinta debut comenzó en 2017, pero por cuestiones climatológicas, se tuvo que posponer la grabación hasta el año siguiente, cuando en Nueva York dejara de nevar, y esperando también que al actor le entregaran su visa de trabajo.
Después de finalizar su participación en la película y ganar el Ariel a Revelación Actoral, Juan Daniel no quiso volver al rubro de la actuación, sobre todo porque le habían comentado que, para que pudiera tener otro tipo de oportunidades en el medio, tenía que moderar su acento regio, algo que, simplemente no le gustó.
Pero fue hasta la convivencia con los hermanos Bichir cuando el actor tomó la decisión de adentrarse formalmente a la profesión.
“En 2019 yo era jefe de foro, trabajando en BM Casting; yo llegaba, abría, acomodaba la iluminación, cámaras, monitores, preparaba catering. En eso llegaron los hermanos Bichir, Odiseo y Demián, mi equipo me pidió pasarlos porque los directores venían tarde, me pidieron que les pasara la escena para que lo fueran checando y además hacerles una entrevista
“Yo, llegando de Monterrey, con un slang muy marcado, los empecé a dirigir un poco en los perfiles, me pidieron hacer la escena conmigo porque era un personaje similar al mío y empezamos la escena. Al día siguiente habló Odiseo para decir que yo era el mejor actor con el que había trabajado, preguntó dónde había estudiado, de dónde era, por mi acento”, recordó el actor.
UNA CARRERA EN FIRME
Para 2021, el éxito volvió a tocar su puerta, ya que participó en La civil, cinta por la que la protagonista Arcelia Ramírez fue ovacionada durante ocho minutos en el Festival de Cannes.
Un año más tarde fue reclutado por Natalia López para su ópera prima titulada Manto de gemas y le siguió El norte sobre el vacío, cinta de Alejandra Márquez Abella, que actualmente cuenta con 16 nominaciones a los Premios Ariel.
“Hoy vivo como siempre he vivido, como vivía en el barrio, me sigo moviendo en el mismo presupuesto, pero en experiencia, lo es todo. Yo no estudié, no tuve suficiente apoyo de mis padres, lo que sé es por el cine, por lo que he empezado a hacer aquí”, aseguró García Treviño.
Este año se estrenaron tres proyectos en los que aparece. El primero es Adolfo, que narra la historia de un chico a quien su padre, antes de morir le pide cuidar muy bien a su cactus. Este filme lo ayudó a sanar algunas heridas que tenía, justamente luego de que el año pasado también asesinaran a su padre.
Estrenó la serie VGLY, a lado de Benny Emmanuel, Sasha González, Cris Gris, Darío Yazbek Bernal, y Natanael Cano, entre otros y hace unos meses estuvo en el Festival de Cannes recibiendo una ovación, junto a su equipo, por su más reciente película, Perdidos en la noche, de Amat Escalante.
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“Un día nos toca hacer un casting para una película que se empieza a mencionar dentro de la agencia, que viene una película muy chingona, que hay que empezar a prepararla, que es de Amat Escalante, pero yo no sabía quién era.
“Llegó el día para empezar a trabajar en este proyecto y me dijeron que el personaje protagónico era un chico de mi edad, me preguntaron si no quería hacer réplica, me dijeron que me aprendiera unos textos, empecé a trabajarlos, así como sus escenas y trabajamos un punto en el que el wey (Escalante) me decía que pusiera la cámara en un lugar y luego entrara en escena para dar réplica. Así me quedé en el personaje”. Y su buena fortuna parece seguir sonriéndole.