Con bachata, merengue y son, Juan Luis Guerra puso a bailar a los 13 mil 500 asistentes que llenaron el Palacio de los Deportes la noche del miércoles.
En un concierto correspondiente a su gira "Entre mar y palmeras", el cantante de Santo Domingo reunió a un apasionado público, que en casi dos horas de concierto no dejó de gozar los ritmos tropicales de los que el cantautor ha sido exponente desde la década de los 80.
Después de una espera que se tornó larga por la emoción de recibirlo, su público obtuvo la recompensa a su paciencia, cuando el músico comenzó con "Rosalia".
"Qué placer estar con todos ustedes, que disfruten mucho de este ‘Entre mar y palmeras’", fueron las palabras con las que se presentó ante su audiencia, que si bien fue en su mayoría mexicano, también hubo de otras partes de América Latina.
Así, con un comentario breve, Guerra no rompió con el ritmo, que no dejó descansar a nadie en el recinto. "La travesía", "La llave de mi corazón" y "Vale la pena" fueron otras canciones que sonaron en el inicio de la noche.
En un instante, el ganador de más de 20 premios del Latin Grammy continuó interactuando con sus seguidores. "¿Cómo la están pasando?, ¿cómo estamos por allá atrás?", mencionó dirigiéndose al público situado al fondo del Palacio.
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"El Niágara en bicicleta" y "Para ti" fueron dos canciones previas a un medley de bachata, en el que destacó "Bachata rosa", el clásico del repertorio del artista dominicano, quien encomendó al público hacerle segunda voz en los coros.
Después de cantar el éxito de bachata, Juan Luis Guerra cedió el micrófono a sus músicos quienes interpretaron "Tú" y Como abeja al panal", mientras él salió momentáneamente.
Al regresara al escenario, preguntó "¿van bien?, ¿lo están disfrutando?", obteniendo una respuesta clara y contundente con una ovación que dejó en claro que el público estaba viviendo una noche de ensueño.
"Visa para un sueño", "Mambo 23" y "El Costo de la vida", continuaron animando a todos los presentes a bailar; en algunos sectores del Palacio de los Deportes, el público ondeaba banderas de República Dominicana y otros países como Venezuela y Colombia.
"Ojalá que llueva café" uno de los grandes éxitos de su repertorio, marcó la pauta para encaminar el concierto a su final. "La noviecita" y "Las avispas" sonaron en el "Domo de cobre", antes de que Juan Luis Guerra y sus músicos abandonaran el escenario, para después regresar a un cierre espectacular.
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En el encore, usando una chamarra de mezclilla que en la espalda que hacía referencia a su álbum de 1990, Guerra cerró con "Bachata rosa", donde en la pantalla del escenario se proyectó un Dr. Simi vestido como él, que su público le regaló, además de "La bilirrubina", que puso punto final a una noche de baile y alegría.