Para el director Alejandro Lozano, la esencia de su ópera prima, Matando cabos, fue tomar el riesgo de innovar con un humor y lenguaje que eran poco comunes en el cine nacional. Esa fórmula le funcionó muy bien, ya que la cinta fue la segunda más taquillera en su año de lanzamiento (2004), y con el tiempo se convirtió en una película de culto.

Ahora el cineasta retoma el proyecto con un spin-off titulado Matando cabos 2: La máscara del Máscara”, con el que busca defender a la comedia.

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“El mexicano siempre ha sido bueno para darle la vuelta al humor, y sabemos reírnos de las cosas. Una cosa es hacer comedia, y otra cosa es burlarse, es muy distinto, parte de esta búsqueda de lo políticamente correcto, se ha confundido con una censura hacia el humor, y no debe ser el caso. El humor siempre prevalecerá”, comentó el director, Alejandro Lozano.

Tanto él, como el elenco principal que regresa al proyecto, fue un gozo volverse a encontrar en el set, especialmente porque con los años han forjado una relación que va más allá de las cámaras, y hoy se reencuentran con un “bebé” que significa mucho para todos.

“La primera vez que hicimos la película éramos actores y directores trabajando por un proyecto, y esta vez fue muy distinta la dinámica, porque somos gente que nos queremos mucho y crecimos juntos, que nos tenemos un cariño especial”, agregó.

El productor Billy Rovzar se dijo entusiasmado por acercar esta historia a una nueva generación. Aunque destacó que pese a contener guiños de la primera, es completamente independiente, subrayó que no es la intención imitarla. “Muchas de las primeras ideas siempre son rehacerla y ahora con más presupuesto y más efectos, pero eso nunca funciona, hay que dejar que las cosas sean lo que son”.

La película narra los sucesos que se desatan luego de la muerte del distanciado padre de Rubén El mascarita (Joaquín Cosío), y el subsecuente robo de su máscara. Tras esta tragedia, se reencuentra con su guardaespaldas El caníbal (Silverio Palacios), para averiguar los motivos que llevaron a los responsables a planear ese crimen, y recuperar el valioso objeto.

Para Silverio fue muy conmovedor volver a encarnar a ese peculiar personaje, y profundizar en su faceta más sensible. Al respecto de su evolución, el actor expresó que fue un gran acierto de los escritores, ya que desde la primera cinta se podía apreciar su lado humano.

“Detrás de un monstruo siempre hay un ser humano, El caníbal desde la primera parte, siempre mostró un poco de corazón, siempre afloró por ahí la fidelidad que le debe a Mascarita, como alguien para quien trabaja, a quien sirve y protege. Necesitaba un horizonte donde explotar, necesitaba ver que no sólo es un ser sanguinario, sino también un ser con un corazón”.

SACAN EL PODER FEMENINO

Rocío Verdejo y Aranda Sokol representan la fortaleza de la mujer en la película, y a través de sus personajes demuestran que los tiempos han cambiado, y "ya no estamos en una etapa de ver historias llenas de damiselas en peligro".

Verdejo retoma su personaje de Lula, a quien califica como “su primer amor”, y que en esta ocasión se encuentra en un momento de más madurez en su vida. “Hace 17 años estaba un poco obligada a hacer cosas que a lo mejor ella no quería hacer, pero después de ese tiempo su salida más fácil fue ser la villana”, comenta al respecto.

Por su parte, se une a esta franquicia por primera vez, dando vida a una joven aficionada a la lucha, que sueña con entrenar en el gimnasio de El mascarita.

Para la actriz, quien debuta en la actuación con este proyecto, es un honor demostrar que las mujeres tienen la misma capacidad que los hombres para destacar en actividades que no son consideradas aptas para ellas, y le emociona poder hacerlo a través de la comedia.

Matando cabos 2: La máscara del Máscara” se estrena este 1 de octubre, a través de Amazon Prime Video.