El éxito de las plataformas de streaming para escuchar música es indudable. ¿Quién no ha ocupado una de ellas para reproducir la canción de moda o descubrir el sonido del que todos hablan? La música en formatos físicos, vinil o casete pasaron a segundo término y en algunos casos objetos sólo para coleccionistas, pues la accesibilidad de la música digital logró imponerse.
Spotify es sin duda la plataforma líder en esta rama. Aunque la compañía fue inaugurada en 2006, fue hasta dos años más tarde que comenzó a hacerse notar con el lanzamiento de la aplicación móvil, donde se podía escuchar música en línea con solo un clic. Su éxito se dio por dos características básicas: playlist, donde los usuarios podían armar sus propias listas de reproducción y descubrimientos donde la app te presentaba música nueva a partir de una vinculación con lo que habías escuchado.
México fue el primer país de América Latina en recibir esta nueva forma de oír música con su llegada el 15 de abril de 2013. Se presentó con las mismas dos opciones de escucha que ya ofrecía en Estados Unidos, Reino Unido y Suecia, de donde es originaria: gratuita, donde los usuarios podían escuchar la música que quisieran con algunos anuncios comerciales; o de pago, con música ilimitada, sin cortes y en el orden que quisieran.
Para ese año, Spotify contaba con 10 millones de cuentas registradas, de las cuales alrededor de tres millones eran de pago. Hoy la famosa aplicación de ondas verdes tiene más de 170 millones de cuentas registradas y más de 70 millones de suscripciones premium. Además, en abril comenzó a cotizar en Wall Street con un valor de 29 mil 500 millones de dólares.
El plato resultó demasiado jugoso para una sola app, por lo que la competencia no se hizo esperar. En 2015 dos aplicaciones de largo alcance tuvieron su debut: Apple Music y YouTube Music. La primera debutó inmediatamente en nuestro país y hasta ahora suma alrededor de 40 millones de usuarios premium en el mundo; mientras que la segunda aún se encuentra en desarrollo lejos de sus competencias y nuestro país fue el primero en Latinoamérica en tener este servicio, que se puso en marcha hace unas semanas.
PUNTO DE REFERENCIA
Las ganancias por reproducciones en streaming se incrementaron de 2016 a 2017 1.9 billones de dólares a nivel mundial, según el reporte global de la música 2018 de la IFPI (Federación Internacional de la Industria Fonográfica, por sus siglas en inglés). Y desde 2008 a 2017 ha pasado de 0.3 a 6.6 billones de dólares en ganancias a nivel mundial.
Esto ha significado una gran fuente de ingresos para artistas y discográficas y también un punto de referencia para medir el éxito de los artistas según su número de reproducciones. Por sus alianzas estratégicas y publicitarias, Spotify se ha vuelto el líder en este tipo de mediciones.
LOS QUE MARCARON EL CAMBIO
El primer artista en dar muestra de ello fue Ed Sheeran, cuando en octubre de 2015 se volvió el primer artista en rebasar la barrera de 500 millones de reproducciones en Spotify con su tema Thinkingoutloud. El éxito lo mantiene a la fecha con Shapeofyou, que es la canción más escuchada en esta plataforma con más de mil 500 millones de reproducciones.
Es gracias a la apertura de estas plataformas que la música asiática o latina ha tenido también un despunte global. La muestra de ello (además de Despacito, cuyo éxito fue más a través de la plataforma de video YouTube) es J Balvin, quien hace dos días se convirtió en el artista más escuchado a nivel mundial sumando 48 millones de escuchas al mes.
PROBLEMAS EN LÍNEA
No todo ha sido miel sobre hojuelas para las plataformas de streaming, en especial para Spotify, que se ha enfrentado a diversos problemas con artistas y disqueras.
Figuras de la talla de Taylor Swift, Adele o Jay-Z han decidido dar batalla a la plataforma años atrás. La más sonada fue la intérprete de Shakeit off, quien en 2014 retiró toda su música de Spotify al declarar que “no compensa de manera justa a los compositores, productores, artistas y creadores de música”, dijo.
Poco después le siguió Adele, quien no permitió que su álbum 25 estuviera en la plataforma por considerar que el streaming es algo “desechable” y que no es la única forma de escuchar música. Esta decisión le dejó como resultado que su disco en formato físico debutara en el número 1 de Billboard y vendiera más de 3.3 millones de copias en Estados Unidos en su primera semana.
Finalmente, Jay-Z también retiró su música de Spotify y Apple Music en 2017. La jugada en este caso fue distinta, pues el rapero más bien lanzó su propia plataforma de música: Tidal. En ella reunió a figuras como Madonna, Beyoncé, Rihanna, Kanye West o Alicia Keys para subir su música con una calidad superior a la que ofrecen las demás plataformas.
Spotify también ha tomado las riendas en cuanto a lo que promueve. Al ser un medio que “descubre” artistas para los escuchas, la plataforma también ha limitado su acceso a otras figuras. Tal es el caso de R Kelly, quien fue expulsado de las listas de recomendación de Spotify al ser acusado de abuso sexual. Esto, sólo da muestra del nivel de fuerza que tiene esta y otras plataformas en las nuevas formas de escuchar música.