Ya sea amenizando fiestas familiares o llenando estadios y palenques, la música norteña es una de las expresiones del regional mexicano más populares, tanto en México como en Estados Unidos y otras partes del extranjero, rompiendo numerosas fronteras entre públicos y generaciones.
Sin embargo, para el acordeonista regiomontano Jair Alcalá el valor de este ritmo no sólo radica en su capacidad de convocatoria de eventos masivos, ni el número de reproducciones, o las colaboraciones con artistas internacionales de otros géneros como el urbano, sino, más bien, bien en su historia y su arte.
“Creo que este es el momento para aprovechar la fuerza de este movimiento, para que la gente conozca sus raíces que son igual de fuertes. El que haya hoy bandas que han logrado colocar el norteño en lo más pop y mainstream no le quita sus orígenes tejano y norteño”, comenta Jair Alcalá, en entrevista con El Sol de México, quien es ganador de tres Latin Grammy, junto a sus hermanos Bolo y Chino, con los que conforma la agrupación musical El Plan.
“No podemos dejar de lado a los grandes exponentes, como son Ramón Ayala o los Alegres de Terán que son nuestra base más cercana, y menos olvidar su conexión que tienen con las polcas alemana y austriaca”, agrega el músico, que este domingo se presentará como parte del Festival Cultura UNAM, en un concierto que será un instrumental por la evolución de este género, desde sus orígenes más visibles que datan de la Revolución Mexicana, hasta nuestros días.
¿Y por qué nosostros no?
Agradecido con la UNAM por permitirle presentarse por segunda ocasión en alguna de sus instalaciones, así como por su labor de preservar y difundir todo tipo de expresiones musicales, Jair Alcalá, reconoció que aún esta música ha sido estigmatizada injustamente, al ser relacionada con grupos delictivos y situaciones de excesos.
“El tema central no debería ser si (la música norteña) está relacionada o no (con ciertos grupos), sino en reconocerla como parte de nuestra cultura y que al ser así puede impactar en cualquier tipo de persona, desde el obrero y los niños, como a personas que no son tan positivas”, menciona el músico, quien dice que su búsqueda por revalorizar la música norteña nació primero de la admiración, pero luego del reconocimiento del alto nivel técnico que requiere la ejecución de instrumentos como el acordeón.
La música no discrimina, las personas sí; creo han sido las personas las que han discriminado a estos géneros. Es por eso que me parece muy bonito y me llena de orgullo que cada vez más gente esté más receptiva agrega el acordeonista
Esta crítica no la dice Jair de dientes para afuera, pues, según cuenta, en varias ocasiones ha sido testigo de cómo en festivales internacionales la música regional y norteña es menospreciada frente a otros géneros, como la clásica, el jazz, el rock, e incluso géneros latinoamericanos como el son, la salsa y la cumbia.
“Me ha tocado que el norteño luego lo ponen hasta el final, ya cuando todos están algo entrados y desinhibidos y dicen ahora sí lo que en verdad les gusta. No tengo nada en contra de ningún género, al contrario, creo que todos están conectados. Pero luego yo veía que otros grupos latinoamericanos tocaban su música con mucho orgullo y se les reconocía, y yo me preguntaba por qué nosotros no hacemos eso”.
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Aunque reconoce que en su búsqueda musical fue influenciada por su participación temprana con proyectos de géneros diversos y artistas de renombre como Celso Piña, Rocío Dúrcal, Juan Gabriel y más, Alcalá asegura que su trabajo es colega y heredero de agrupaciones como Los Tigres del Norte, Intocable, La Mafia o Salomón Robles, quienes “si bien no le tiraron al lado cultural, sí fueron una evolución musical”, que complejiza aún más las composiciones.
La presentación de Alcalá, que forma parte del ciclo "Música contra el olvido", organizado por este festival universitario, tendrá lugar en el Anfiteatro Simón Bolívar, del Antiguo Colegio de San Ildefonso; las localidades tienen un costo de 100 pesos.