“Mis herramientas son la frescura, el amor a divertirnos, las ganas de hacer el humor, a burlarnos del ridículo y de nosotros mismos, y tomar la vida con ligereza, como una pinche chancla volátil”, esas son las palabras de Doña Margara Francisca, una vendedora ambulante de garnachas que va por el mundo diciendo sus verdades a todos los que se atraviesan en su camino.
El alma de esa mujer en la que no cabe la prudencia y mucho menos la autocensura es Eduardo España, quien se transformó por primera vez en este peculiar personaje hace 17 años en el reality El gran carnal, después tuvo su propio programa, Las pellizcadas de Doña Margara y actualmente se le ve en La parodia.
“A mí me vale madre si me merezco o no otro programa, si me ponen en telenovela o en una película”, dice de manera arrebatada Margara Francisca, aunque enseguida reflexiona y presume “yo tengo mi propio canal en YouTube, Garnacha Chanel”.
Ella no deja de guasear y dice muy segura que “el público me pide porque soy el atractivo visual. Hay señores que no sólo ven comedia, sino que quieren disfrutar de cuerpos naturales y con cuajo de dónde agarrar como el mío, a diferencia de otras mujeres operadas”.
Despeinada, con chanclas, calcetines y un grasiento mandil, Doña Margara va por la vida segura de su éxito. “Gracias a Dios, el público me ha cogido y me ha sentido rebién. Y cada mañana despierto tan satisfecha por mis logros en la actuación, ya que todos los lunes soy vista al terminar el Noticiero de Denise Maerker”.
Y entre esa perorata de autohalagos se asoma de repente el creador de esta controversial dama, el comediante Eduardo España.
Al jalisciense de 47 años le gusta transformarse. Con una habilidad increíble y sin estar caracterizado pasa de ser con un simple gesto esa ama de casa regañona y grosera a ser Germán, el conserje de un condominio de una colonia popular que suele causar enredos y confusiones entre los vecinos del lugar.
Él habla con un sonsonete pegajoso y le gusta decir una sola idea de muchas maneras, así que no es difícil escucharlo mencionar frases como “¡Pero que profundo, que lírica, qué inspirador, qué poético!”, para elogiar la forma de expresarse de alguien.
También suele escucharse que lanza exclamaciones como “¡Qué bárbaros, qué madrugadores, qué tempraneros!”, cuando sus vecinos lo sorprenden y él apenas va abriendo los ojos.
El comediante agradece que a lo largo de sus caracterizaciones “nunca he tenido censura alguna, porque fundamento mi contenido muy bien”.
Pero como no todo son los personajes que viven en la televisión, Lalo España informó que este año va en tres proyectos fílmicos.
“Uno es con la cineasta Maryse Sistach, es un auténtico drama, viene una segunda con el director Raúl Ramón, en su ópera prima El poderoso victoria, en la que también participan Adal Ramones, Joaquín Cosío, Daniel Giménez Cacho, Roberto Rosa y Silverio Palacios. Y otra historia fílmica que yo soy el protagonista masculino es Un amor de finos modos con Alejandro Calva y Montserrat Marañón. Se van a rodar a lo largo de este año”, informó.
Y mientras, Lalo dará rienda suelta a Germán en la nueva temporada en Vecinos que se puede ver cada domingo dentro de la barra de comedia en Domingos de sofá y a Doña Margara en La parodia todos los lunes.