Explorar una época donde la tecnología aún no dominaba las relaciones humanas fue una de las intenciones que el director Yibran Asuad quiso plasmar en Todas las pecas del mundo, cinta mexicana que estrena este viernes con Hanssel Casillas, Loreto Peralta y Luis de la Rosa como protagonistas.
Ubicada en 1994, justo en medio de la fiebre por el mundial de futbol, Todas las pecas del mundo cuenta la historia de José Miguel Mota (Casillas), un chavo de 13 años que recién llega a una nueva escuela y se enamora de Cristina Palazuelos (Peralta), la chica guapa y popular de la secundaria. Pero para lograrlo tendrá que impresionarla con sus nulas habilidades futbolísticas y separarla de Kenji (De la Rosa), el chico ideal del que parece nunca se separará.
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“Para mí resultaba algo muy gozoso recrear esta época porque era revivir ese tiempo. Pero para ellos significaba descubrir algo completamente nuevo”, explica Asuad, quien después de trabajar editando cintas como Museo o Güeros debuta como director con esta historia escrita por él mismo y donde mezcla elementos nostálgicos como la música de la época, la pasión pambolera del Mundial de 1994, frases “noventeras” o elementos como los casetes, las grabadoras o los walkman que transportan al espectador a ese momento.
Luis de la Rosa, quien interpretó a Luis Miguel durante su etapa adolescente en su serie biográfica, volvió a transportarse a aquellos años en esta película, en lo que, describe esta como una experiencia mágica que permite revivir otros tiempos. “Cuando actúas te transportas a la escena donde estás, es algo muy raro. Y cuando tienes oportunidad de hacerlo en una película o proyecto se vuelve muy mágico porque paras el tiempo y regresas al año 94 para ver el mundial, no existen los celulares y tienes que marcarle a la novia a su casa y que te conteste el papá, eso es muy mágico”.
Viajar en el tiempo a 1994 resultó una experiencia única para sus protagonistas, pues muchos descubrieron objetos de aquella época con los que hoy difícilmente se pueden encontrar. “Yo no conocía nada de esto, pero aprendí muchas cosas. No tenía idea de qué era el walkman o el casete y como ocupabas la pluma para regresar la cinta. Lo padre es que todos en la producción sentían la energía de los noventas y estaban dedicados a revivirla”, detalla Hanssel Casillas.
El explorar un romance juvenil como este llamaba también a la necesidad de cubrir un público que considera el director no tiene representación de esta forma en el cine. “Había una conciencia de que este público estaba abandonado, pero más allá de la historia queríamos que la cámara fuera partícipe de la historia, por eso los chicos tenían marcas y trazos, con una construcción más académica de lo que hay regularmente en una película”, explica.
“Muchos de los actores somos adolescentes y estamos pasando por eso -agrega Loreto Peralta. Eso se puede ver en la película porque, nos identificamos perfectamente con lo que está pasando en pantalla, pero no solo nosotros, sino todas las personas que también estaban trabajando en este proyecto porque tenían recuerdos”, dice.
La historia continuará
Aunque esta película se estrena este viernes, el director Yibran Asuad ya tiene el plan de seguir explorando el enamoramiento adolescente con otra película que complemente Todas las pecas del mundo.
“Estoy trabajando en un guion, porque ahora tengo la idea de contar el lado femenino sobre esta historia. Estoy escribiendo con Verónica Pequis, para ahora contar el lado de las chicas, como es que viven ese momento”, explicó el realizador en entrevista.
Además de esta historia aún sin título, Asuad compartió que tiene en puerta otra película que está en desarrollo y que se asemeja a esta historia. “Hay además otro proyecto que estoy haciendo con Javier Peñalosa -guionista de Todas las pecas del mundo- que es una comedia en el mismo tono, pero ya no un coming of age como lo fue esta película”, puntualizó.