“Ya me hallé y aquí me quedo”, advierte Majo Aguilar al asegurar que luego de probar la música pop y la cumbia, encontró en el género ranchero su “espacio seguro”. El sitio donde se siente plena y su voz se expresa con mayor libertad. En ello radica el lanzamiento de su segundo disco, el primero de música ranchera, Mi herencia, mi sangre, un recordatorio de sus orígenes como cantante.
“Tengo un sentimiento de plenitud al momento de cantar ranchero, siento que estoy donde quiero estar, mi lugar seguro es el escenario, lo que le da sentido a mi existencia, cantar es el lugar donde quiero estar y cantando ranchero se cierra el círculo”, abundó en entrevista la cantante.
Su nuevo álbum es una producción con diez temas que Majo seleccionó de un repertorio amplio para adaptar al género ranchero o simplemente darle su toque personal. De la mano de los productores Chucho y Fabián Rincón, el disco hace también un homenaje a músicos emblemáticos del género como a su propio abuelo, Antonio Aguilar.
Entre los temas del disco destacan No voy a llorar, Me vale, una canción en la que retrata la fuerza y el poder femenino; Qué bonito, Gaviota traidora, Amor ilegal, El cantador. A partir de este mes, cada tres semanas la cantante muestra un tema nuevo del álbum en las plataformas digitales.
“No sé si tenga un estilo fijo pero en lo que me concentré mucho para hacer el disco y la selección de temas era en que el amor fuera el centro de las canciones, pero el amor en todas sus formas, a veces nos enfocamos en el amor romántico pero el amor tiene 20 mil caras y de todas esas hablo en el disco”, refirió.
Y si bien busca crear su propia trayectoria artística sin la sombra de su familia, confiesa que no puede rechazar la herencia musical de sus abuelos Flor Silvestre y Antonio Aguilar. “No quería dejar de destacar mi herencia de la que estoy muy orgullosa, estoy orgullosa de mi familia que se dedican a esto con profesionalismo y pasión, es poco común venir de una familia así de talentosa y yo tengo esa fortuna, no quería dejar de mencionarlo porque es mi sangre”, acotó la joven de 27 años de edad.
Majo confiesa que si bien hay mujeres artistas que la influyeron como Fiona Apple, Ely Guerra, Tori Amos y Björk, el mejor consejo para una cantante que inicia lo recibió de su abuela Flor Silvestre, incluso antes de que decidiera dedicarse al género ranchero. “Me dijo ‘si vas a cantar hazlo para sentir la música no para sonar bonito o ganar’, y desde entonces me preocupó mucho por sentir lo que cantó”, relató la joven quien primero probó el rock y luego la cumbia.
No voy a llorar, es el primer sencillo de su álbum ranchero Mi herencia, mi sangre que ya alcanzó el primer lugar de la lista México Popular Airplay de Billboard.