Inolvidable aquel día que entraste al foro de los Estudios Churubusco; apenas ensayábamos para lo que sería nuestro primer concierto de La Academia, te habían cortado tu cabello largo hasta los hombros. Eras como una muñequita. Mi corazón aún adolescente se congeló por tu belleza única. Después descubríria también la belleza de tu alma. Poca gente sabe que tú fuiste la culpable de que me enamorara del Teatro Musical; tú me mostraste lo maravilloso que era y me llevaste a ver mi primera obra, lo demás es historia. Gracias eternamente por eso. Tu disciplina y pasión siempre fueron tu sello y vi con orgullo como te convertiste merecidamente en una estrella imprescindible de la escena teatral mexicana. Aunque hace muchos años de que nuestros caminos se separaron, fuiste muy importante en mi vida. Dicen que el primer gran amor nunca se olvida, por ello yo jamás podría olvidarte... Y como dice la canción que te escribí por aquellos tiempos, “En recuerdos dejaré todo lo nuestro...” Te vamos a extrañar mucho; tus amigos, tus compañeros académicos, tus colegas teatrales, el público y los escenarios. Dios te reciba en el cielo junto a tu ángel Julieta. Que su luz llene de consuelo a tu esposo y a tu familia. ¡Hasta siempre Hiro! Con amor y respeto. Carlos Una publicación compartida por Carlos Rivera (@_carlosrivera) el 27 de Sep de 2017 a la(s) 7:09 PDT
Inolvidable aquel día que entraste al foro de los Estudios Churubusco; apenas ensayábamos para lo que sería nuestro primer concierto de La Academia, te habían cortado tu cabello largo hasta los hombros. Eras como una muñequita. Mi corazón aún adolescente se congeló por tu belleza única. Después descubríria también la belleza de tu alma. Poca gente sabe que tú fuiste la culpable de que me enamorara del Teatro Musical; tú me mostraste lo maravilloso que era y me llevaste a ver mi primera obra, lo demás es historia. Gracias eternamente por eso. Tu disciplina y pasión siempre fueron tu sello y vi con orgullo como te convertiste merecidamente en una estrella imprescindible de la escena teatral mexicana. Aunque hace muchos años de que nuestros caminos se separaron, fuiste muy importante en mi vida. Dicen que el primer gran amor nunca se olvida, por ello yo jamás podría olvidarte... Y como dice la canción que te escribí por aquellos tiempos, “En recuerdos dejaré todo lo nuestro...” Te vamos a extrañar mucho; tus amigos, tus compañeros académicos, tus colegas teatrales, el público y los escenarios. Dios te reciba en el cielo junto a tu ángel Julieta. Que su luz llene de consuelo a tu esposo y a tu familia. ¡Hasta siempre Hiro! Con amor y respeto. Carlos
Una publicación compartida por Carlos Rivera (@_carlosrivera) el 27 de Sep de 2017 a la(s) 7:09 PDT