Las alarmas por la estabilidad emocional de Britney Spears continúan encendidas, pues se ha enfrentado a las autoridades viales en más de una ocasión por no respetar las reglas.
La cantante fue detenida el mes pasado por conducir a exceso de velocidad mientras paseaba en su Mercedes blanco. Sobrepasó los límites al ir a 98 kilómetros por hora en una zona de 64.
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De acuerdo con TMZ, las cosas no pasaron a mayores, ya que Britney cooperó con las autoridades aceptando la multa que le pusieron y bajo una advertencia pudo regresar a las calles.
Pero no pasó mucho tiempo para que volviera a meterse en problemas, pues este martes la intérprete de Toxic fue arrestada otra vez en el condado de Ventura por Infringir el reglamento al no portar una licencia de conducir válida y un seguro.
Afortunadamente para la artista, podrá salir de conflicto pagando la multa, que es de alrededor de mil 140 dólares, antes del 24 de octubre.
Las recientes acciones de Spears, como aquella en la que compartió con sus seguidores un intenso baile que incluía un par de cuchillos de un tamaño considerable que pasaba por alrededor de su cabeza y su torso, hacen dudar de su estabilidad.
Aparentemente la cantante estaba manejando mejor las cosas después de librarse de la tutela, pero tras separarse de Sam Asghari, las cosas en su vida aparentan subidas y bajadas.