La popular serie de Netflix, Sex Education, está de regreso para su muy esperada cuarta y última temporada. El programa sigue a Otis (Asa Butterfield) mientras se convierte a regañadientes en el gurú sexual residente de su escuela, a pesar de tener poca experiencia y gracias a años de educación sexual de segunda mano por parte de su madre, Jean (Gillian Anderson), quien es terapeuta sexual.

Durante las últimas tres temporadas, hemos visto a Otis y sus amigos atravesar sus incómodos años de adolescencia mientras el amor, la vida y el sexo les presentan todo tipo de obstáculos.

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Hay muchas razones para el éxito de la serie. Ha brindado una verdadera educación sexual a sus espectadores a través de historias que tratan temas como el deseo y el orgasmo femenino, la ansiedad por el desempeño, las duchas vaginales, la asexualidad, las ETS, la masturbación y el vaginismo.

También presenta escrituras y actuaciones brillantes y atrevidas de un elenco multiétnico y LGBTQ+.

Sex Education puede ubicarse dentro del nuevo y popular género de la “televisión amable”, junto con series como Ted Lasso, Schitt’s Creek y Heartstopper. Como dijo la creadora y escritora principal de la serie, Laurie Nunn, a la prensa antes de la cuarta temporada:

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“Espero que de alguna manera se sienta un poco como un abrazo de la tele. Tenía muchas ganas de hacer un programa que me hubiera encantado ver cuando era adolescente... Entonces, un programa que diga que está bien ser un poco diferente y no siempre encajar en el molde; Que todavía puedas amarte a ti mismo y tener una gran vida y grandes amistades; eso habría significado mucho para mí”.

Nunn ciertamente lo logra, y cada personaje encuentra su “espacio seguro” en el programa. A los fanáticos les encantará esta serie final, pues disfrutarán del regreso del elenco central, lamentarán la partida de algunos y (con suerte) darán la bienvenida a otros personajes nuevos y emocionantes.

Historias LGBTQ+

En la cuarta temporada, se prioriza la exploración de identidades y relaciones sobre el sexo, a medida que la serie madura junto con los estudiantes. Se encuentran en el nuevo y más progresista Cavendish College, después de que su antigua escuela, Moordale, cerrara debido a los escándalos de la temporada pasada. Quizás porque ahora hay menos cosas contra las cuales luchar, hay sorprendentemente poco sexo en pantalla en esta serie final.

Mientras que Moordale pretendía controlar a sus estudiantes con curiosidad sexual y de género, Cavendish es totalmente diferente y "súper queer", para deleite de los antiguos alumnos de Moordale. Otis señala que "es como Ámsterdam" y Eric responde "pero en el espacio", señalando el utopismo adolescente de la última temporada.

Esta temporada las historias trans reciben más protagonismo. Es una escuela donde la pareja de poder popular son la trans femenina Abbi (Anthony Lexa) y la trans masculina Roman (Felix Mufti). El personaje no binario Cal (Dua Saleh), a quien conocimos en la tercera temporada, explora su identidad transmasculina y los vemos experimentar los efectos de tomar testosterona una vez que cumplieron 18 años.

Sex Education está escrita y representada con tanta inteligencia que esta aparente utopía también tiene sus defectos. Las primeras tres temporadas se centraron en “los Intocables” (Ruby, Olivia y Anwar) que se enorgullecen de sus desprecios y exclusividad. Sin embargo, los arcos de sus personajes revelaron sus complejidades, vulnerabilidades y actos ocasionales de bondad.

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La cuarta temporada, si bien muestra y defiende la bondad, también revela la dinámica de poder en juego. Hay una jerarquía en cada interacción humana y Sex Education utiliza el humor para burlarse del culto a los héroes dirigido a Abbi y Roman, y de las camarillas excluyentes que rodean a su grupo, el Coven. Mientras tanto, Otis entra en una rivalidad con la propia terapeuta sexual de la universidad, O (Thaddea Graham), una rivalidad que tiene que ver tanto con el ego como con el deseo de ayudar.

El espectáculo sigue siendo visualmente magnífico, gracias al telón de fondo de la campiña galesa, y las opciones de moda brillantes y atrevidas continúan deslumbrando. La serie ha creado personajes fantásticos que el público ha llegado a amar y a preocuparse, y la última temporada no decepciona.

* Profesora de Estudios de Cine y Pantalla, Universidad de Portsmouth.