April Reign recuerda dónde estaba en el momento en que lanzó el movimiento #OscarsSoWhite con un simple e improvisado tuit.
"Me encantaría tener una historia sexy de que estaba sentada en una sala de juntas ideando y elaborando estrategias", dice. "Pero no, estaba medio en pijama en el salón de mi casa, para ser sincera".
"Agarré mi teléfono y escribí, '#OscarsSoWhite ellos pidieron tocar mi cabello'. Eso fue todo".
En cuestión de horas el tuit, en español #OscarsDemasiadoBlancos, enviado desde Washington DC, desde donde Reign seguía el anuncio de los nominados al Oscar una mañana de enero, se había vuelto viral en todo el mundo.
Cinco años después, se ha convertido en un llamado de atención universal para una mayor diversidad en los Oscar, en Hollywood y en la industria del entretenimiento en general.
Pero el hashtag hizo un regreso no deseado a Twitter este mes cuando se anunciaron las listas de candidatos de la Academia para el próximo 9 de febrero, cuando se entregarán los galardones.
Cynthia Erivo fue la única actriz negra nominada al Oscar, por la película biográfica sobre la esclavitud "Harriet". Los nominados masculinos fueron todos blancos.
El sitio web de la industria, Deadline Hollywood, calificó el anuncio como "básicamente #OscarsSoWhite Parte 2".
Para Reign, una exabogada de finanzas de campaña de Washington DC que renunció a su trabajo y ahora trabaja en inclusión y representación a tiempo completo, no fue una gran sorpresa.
"Ahora estamos en el sexto año, y cada año se vuelve a mencionar #OscarsSoWhite", dice. "Me encantaría ver un punto final, pero el final llegará cuando ya no tengamos que hablar sobre temas de inclusión y representación".
"La verdad al poder"
El mensaje viral de Reign sobre los mayores premios de la industria del cine es una campaña mucho más extensa para presionar a Hollywood a aumentar la diversidad, ampliar sus horizontes y dejar de acudir a los viejos hábitos y a los circuitos conocidos de siempre.
Según Reign, esto es algo que los estudios se han mostrado incapaces o poco dispuestos a hacer.
"Los activistas o defensores externos son increíblemente importantes para decir 'estamos aquí afuera, queremos ser representados'", asegura a la AFP. "Creo que hay algo interesante en decir la verdad al poder desde afuera".
Reign señala que activistas como el cantante Harry Belafonte y la actriz Rita Moreno han estado pidiendo diversidad en la industria del entretenimiento desde hace décadas.
Pero el "poder significativo e innegable de las redes sociales", particularmente sus altos niveles de compromiso, hacen que el mensaje sea más difícil de ignorar en estos días.
Además del peso de los números que puede atraer una campaña viral, los activistas creen que pueden tener éxito al mostrar los trapos sucios de la industria y sus vigilantes.
Para Reign, es clave ayudar a tomar conciencia sobre la composición de la Academia, que elige a los ganadores de los Oscar.
El 84% de los miembros son blancos y el 68%, hombres, y a los votantes no se les exige que vean todas las películas nominadas.
"¿Por qué a los integrantes de la audiencia habitual, que son mucho más diversos, les preocupa cuál es, según los hombres blancos mayores, la mejor película del año?", se pregunta, subrayando la caída de la audiencia de los Oscar.
Los avances hasta ahora son lentos pero evidentes. La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas ha hecho importantes esfuerzos para ampliar su membresía.
Los ingresos de 2019 alcanzaron un récord de 50% de mujeres por primera vez, mientras que la membresía no blanca se ha duplicado en cinco años.
Pero menos de un tercio de los recién llegados eran personas de color.
"Vergüenza y reputación"
El uso de las redes sociales ha sido emulado por otros activistas.
La activista Tarana Burke, que trabaja en Nueva York, comenzó a usar la expresión "Me too" ("Yo también") para denunciar el abuso sexual en 2006, pero el movimiento explotó cuando la actriz Alyssa Milano la tuiteó después de las acusaciones de Harvey Weinstein una década más tarde.
Más recientemente, un grupo de guionistas y creadores de podcasts de Hollywood han acuñado el hashtag #PayUpHollywood, en un intento por un mejor trato a los asistentes.
"Al someter a los asistentes, tratarlos mal y no pagarles suficiente, los mantenemos blancos y ricos", afirma una de las creadoras del movimiento Deirdre Mangan, quien mencionó los precios disparatados de los alquileres en Los Ángeles.
Para los activistas de #PayUpHollywood, una encuesta en la que decenas de asistentes admitieron que sus jefes les han lanzado objetos generó titulares, y un puñado de agencias aumentó rápidamente los salarios.
El tema es ahora abordado en una nueva película, "The Assistant", protagonizada por Julia Garner ("Ozark").
"Su identidad y cómo son vistos por otras personas es lo más importante para ellos", dice Mangan, productora y escritora de televisión. "La vergüenza y la reputación van a ser el verdadero motor" del cambio.