La libertad del teatro. Presos de Santa Martha Acatitla presentan Ricardo III

La compañía fue fundada hace 11 años por la actriz y directora Itari Marta

Rosario Reyes | El Sol de México

  · sábado 12 de octubre de 2019

Fidel Gómez Mandi ha sido actor durante la última década de los 30 años que pasó en Santa Martha Acatitla / Especial

El último integrante de la banda de Los Panchitos acaba de ser liberado. Fidel Gómez Mandi ha sido actor durante la última década de los 30 años que pasó en Santa Martha Acatitla. Participó en diversos montajes dentro del penal y ahora, en libertad, forma parte del elenco de Ricardo III, que se presenta los viernes de octubre en el Foro Shakespeare, en el que también figuran actores aún presos.

"¿Terminó su condena? No. La cumplió antes de tiempo gracias al empeño que puso en su proceso de transformación dentro de la Compañía de Teatro Penitenciario", publicó en su página de Facebook el pasado 19 de septiembre la agrupación fundada en 2008 por Itari Marta. Mandi estaba sentenciado a 40 años por el delito de homicidio.

La actriz y directora entró a la cárcel con este proyecto poco después de sufrir un secuestro exprés; ha sido asaltada con violencia dos veces y aunque reconoce que ha sentido miedo al trabajar con delincuentes, también advierte que tanto ella como los internos necesitan ser salvados. Y el teatro es la vía para lograrlo.

Los cuatro liberados que trabajan permanentemente en la compañía con sede en el centro cultural El 77 de la colonia Juárez, como los internos (alrededor de 30) de Santa Martha Acatitla, "son hombres que son padres, tíos, hermanos, que pueden convertirse en un ejemplo a seguir. Si se mueven de forma diferente, otras personas van a ver que el que creían era su único camino, rodeado de violencia y de una toma de decisiones no consciente, se puede dejar de lado, estamos haciendo no solo reinserción, sino prevención", comparte la directora en entrevista.

Hace 11 años Itari Marta está al frente del proyecto escénico dentro del penal. Los presos además de ser actores, elaboran la escenografía y vestuario e incluso escriben o hacen las adaptaciones de los textos que montan (de William Shakespeare a Samuel Beckett). El teatro Juan Pablo de Tavira donde ensayan y dan funciones, está al final de la zona de talleres. Es oscuro, aislado, frío y sin embargo, también un espacio de libertad.

"Sí tuve miedo, pero estaba y sigo estando en disposición de aprender", recuerda la fundadora de la compañía. "Tal vez lo que yo rescato de mi actitud en ese contexto, es que sigo estando dispuesta a cambiar mis manías. Contrario a lo que piensa la mayoría de los ciudadanos, que para defendernos nos cerramos, con la creencia de que estamos más seguros, lo que he descubierto es que entre más abierto y tranquilo estés, es más fácil hacerte cargo del miedo y de lo que te causa incertidumbre. No es que no tenga miedo o juicios morales, pero como voy dispuesta a hacerme cargo de esa transformación, entro y lo transito".