La voz de Alejandro Fernández volvió a llenar hasta el asiento más alejado del MGM Grand Garden Arena, en Las Vegas, Nevada, Estados Unidos la noche del 15 de septiembre de 2022, a propósito de su gira Amor y Patria.
Un solo de trompeta, con el escenario alumbrado por una tenue luz roja anunciaba que el cantante mexicano estaba por llegar; sí, para conmemorar la Independencia de México, pero también para sanar con su música a los más 10 mil asistentes que aplaudían y zapateaban animando su presencia.
Una luz blanca al centro del escenario dejó ver la figura de un charro: Alejandro Fernández comenzaba el concierto que duró más de dos horas, un espectáculo que ya se ha vuelto tradición en su carrera año con año; el público de Las Vegas se siente muy cercano a él.
El mexicano arrancó Sin tantita pena y muy agradecido de ser la elección de tantos, en un contexto donde abundan las opciones de entretenimiento.
“Esta noche los quiero invitar a que la música sea nuestra medicina, que nos una, que nos llene de alegría y que nos llene de muchísimo orgullo para todos. Yo sé que hay muchísimos eventos esta noche y de verdad no tengo palabras para agradecer que hayan tenido la decisión de haber compartido esta noche conmigo. Gracias, los quiero mucho”, fue con le mensaje que abrió la velada.
La presentación estuvo acompañada de mariachi, acordeón y trompetas, con canciones conocidas de Alejandro Fernández, pero también versiones nuevas de otras melodías como
Hoy tengo ganas de ti; además, homenajes constantes a clásicos de Joan Sebastian y conmovedores momentos en los que recordaba a su papá, Vicente Fernández, “El viejo”, así se refería a él.
De pronto, Alejandro tomó una silla y se hizo acompañar de una trompeta, dedicó La mesa 20, “para todos aquellos que les gusta la fiestecita”. De a poco, el concierto se sentía más íntimo. Luego, comenzó con Unas nalgadas, del disco Dos Mundos; dio pasó a Más no puedo, canción que forma parte del Hecho en México y que comparte con Cristian Nodal. También interpretó un par de clásicos, Qué voy hacer con mi amor y Qué lástima, esta última junto con un virtuoso acordeonista.
Llegó el momento, ya no hay mariachis en el escenario, una parte de la banda comienza a interpretar el Huapango de Moncayo, Alejandro desaparece. Los asistentes lo saben, es el llamado, está por suceder el Grito.
Las miles de cámaras de los celulares apuntan y alumbran como estrellas el centro de la MGM Grand Garden Arena. Reaparece el mariachi y de pronto para la música. Ahí está otra vez el charro, Alejandro Fernández grita eufórico: “Mexicanos… ¿están listos?”.
El vitoreo a los héroes de la Independencia de México por parte del oriundo de Guadalajara es tan potente que por un momento todos regresan a México.
“¡Viva México, cabrones!”, gritó con más fuerza Fernández, se puso el sombrero y una lluvia de papeles tricolor terminó la ceremonia para continuar con el concierto con la canción de Guadalajara y México lindo y querido, un himno popular del compositor Chucho Monge.
Alejandro Fernández: Legado en los escenarios
Después de la fiesta nacional en territorio estadounidense y ver tantas banderas de México, el cantante retomó las melodías que generan una atmósfera complicidad, “Cómo si estuviéramos en la cantina”, mencionó.
Así llegó Por tu adiós, del Hecho en México y una joya musical de Joan Sebastian, Eso y más
Otro de los momentos cumbre en el concierto de Amor y Patria fue cuando Alejandro Fernández invitó a Alex Fernández a cantar dos melodías, para homenajear juntos a Don Vicente.
“Me da mucho orgullo y muchísimo gusto cantar con mi hijo como al principio de mi carrera, cuando empezaba con mi padre”, mencionó el Potrillo mientras que abrazaba a su hijo. Arrancaron con Mujeres Divinas, luego interpretaron Perdón, “una canción que cantaba con mi padre, es una canción muy difícil”, volvió a mencionar, Alejandro. La complejidad es evidente en las notas y en la concentración que tenían ambos mientras detrás se proyectaban imágenes de Vicente Fernández.
“Vamos a cantar ahora esta canción que me cuesta mucho porque cuando vine el año pasado mi padre estaba enfermo, entonces son muchos recuerdos difíciles pero vamos a sacar esto adelante. La mejor manera de celebrar la vida, el legado del señor Vicente Fernández yo creo que es cantando juntos, todo mundo, todo México, a todo pulmón sus canciones”, fuero las palabras con las que Alejandro comenzó un popurrí de éxitos que le dieron reconocimiento a su papá, entre ellos, Por tu maldito amor, De qué manera te olvido, Hermoso Cariño y para terminar, El Rey.
Así el concierto se perfilaba para el fin, no sin antes retomar canciones que le han dado la fama a Alejandro Fernández y que llenaron el espacio con su potente voz, por ejemplo, Dónde tan solita o Como quien pierde una estrella; esta última muy coreada por los asistentes.
El cantante de Guadalajara terminó la noche con Se me va la voz, de Dos Mundos. Con la bandera en el escenario y la euforia de los asistentes que pudieron escuchar las emociones de este concierto histórico que también se sintió como un homenaje-agradecimiento a Don Vicente, pero también a los mexicanos que desde hace años conmemoran la Independencia con Alejandro Fernández, para viajar directo a México.
Para saber
Todavía le quedan un par de presentaciones en Estados Unidos, parte de la gira Amor y Patria.
Se presentará el 17 septiembre en Las Vegas y el 18 de septiembre en Pico Rivera,una sede importante, porque según lo ha declarado, fue de los lugares en los que comenzó a cantar con su papá.
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