Show de fuego, teatralidad y "canibalismo": así fue el primer concierto de Rammstein en México

Con Du hast, el piso del Foro Sol vibraba sin cesar y el público recibía el calor proveniente de las llamas lanzadas desde las seis torres instaladas

Belén Eligio | El Sol de México

  · domingo 2 de octubre de 2022

Foto: @RammsteinMexico

La penetrante mirada de Till Lindemann pareció petrificar por unos segundos a los 65 mil asistentes que se dieron cita en el Foro Sol para ver a Rammstein. Pese a la impresión no se contuvieron las ganas de saltar al ritmo de Armee Der Tristen, con el cual arrancaron la primera de tres fechas en la capital mexicana.

De inmediato, del imponente escenario Wii Monster Stage se iluminó, haciendo resaltar el logo de la agrupación, que yacía en medio de las 71 toneladas de metal que se montaron en el recinto.

Las flamas comenzaron a emanar con toda su fuerza a partir de Zeig Dich y Til aprovechó el calor del fuego para enloquecer todavía más a sus fans al acercarse al borde del escenario a saludarlos y hasta tuvo el atrevimiento de "pintarles el dedo" cariñosamente mientras cantaba Mein Herz Brennt.

La atmósfera se transformó a la mitad del concierto, pues el escenario se convirtió en una especie de antro de música electrónica, con DJ incluido, repleta de luces neón y bailarines, número que fungió como introducción para Deutschland.

La teatralidad no podía faltar en el concierto y durante Mein Teil (tema que hace alusión a un caso de canibalismo que hubo en su natal Alemania), Till salió vestido de cocinero y sustituyó el tradicional micrófono por uno en forma de machete y simuló cocinar a su tecladista en un caldero.

Entre la audiencia ya se apreciaban grupos haciendo slam y se observaba uno que otro vaso volar por los aires, bañando con gotas de cerveza a todo el que se cruzara por su camino.

Pero la euforia vivida hasta el momento no se comparó con el momento en que sonó el tema más célebre de la banda, "Du hast". El piso vibraba sin cesar, y los rostros del público recibían el calor proveniente de las llamas lanzadas desde las seis torres de 21 metros de altura, que adornaban el recinto.

Sonne puso fin a la primera parte del show y al regresar con una versión acústica de Engel, sorprendieron al aparecer en un escenario ubicado al costado izquierdo del lugar.

Para regresar a la plataforma principal solicitaron la ayuda de sus fans, quienes los empujaron mientras iban a bordo de una lancha de plástico.

Éxitos como Pussy, Rammstein e Ich Will finalizaron el repertorio. "Levanten las manos", pedía Till durante este último. La banda se despidió arrodillándose ante su público. "México. Muchísimas gracias", dijo el vocalista en español.

Todos los integrantes subieron a un elevador que los llevó hasta la cima de la torre más alta y desaparecieron en medio de un destello de luz, que culminó en una explosión que encendió todo el escenario.

Pero los alemanes todavía tenían una última sorpresa para sus fans. "¿Quierrren más?", gritó Till. "Te quiero p..a" culminó el repertorio, pero antes de abandonar el lugar, nuevamente el cantante hizo una reverencia a los fans.